Grecia, out

Según los expertos, España contribuye a esa inestabilidad tras aprobar su reforma financiera porque aunque se ve con buenos ojos crea ciertas dudas de si los bancos serán capaces de conseguir ese saneamiento adicional, y en el caso de que al respuesta sea negaiva, a cuánto ascenderá la factura del Estado y por tanto, de los contrinbuyentes, que asisten ahora al rescate de la banca española, como ocurriro en su día con Irlanda. El escenario ya es de por sí complicado, pero la siempre tan convulsa Grecia sólo termina de precipitar los acontecmientos. Las ultimas elecciones dejaron a os dos grandes partidos sin posibilidad de gobernar con una mayoría entre ambos, por lo que no queda más remedio que buscar otros aliados. El problema viene dado porque esas otras formaciones, radicales de izquierda, neonazis… no quieren ni oir ni hablar de una cosa llamada plan de ajuste, de cumplir con condiciones pactadas en el rescate ni tampoco del euro. Este vacio de poder en Grecia está provocando que se despierten sentimientos contradictorios en Europoa que dejan paso a que multitud de gobernantes europeos se esten planteando al posibilidad de que Grecia abandone el euro. Pero aquí tampoco nadie se pone de acuerdo. Desde divorcio amistoso sin consecuencias a ecatombe en caso de abandono nadie predice nada de manera fiable. Grecia in o Grecia out. Y es nunca antes se había hablado de escisión en lugar de suma. Nunca se habia planteado que un país puediese ser expulsado o abandonar el prestigioso club. Los propios estatutos no lo contemplan. Nadie podía haberlo sospechado. Y nadie pensó en un plan B al que hoy soñamos con entregarnos.