Repsol necesitaba estabilidad en el accionariado, apoyo al plan estratégico de la compañía y también a su dirección –encabezada por Antonio Brufau-.
Pues a cambio, la española va a estudiar una alianza industrial con la mexicana, en el negocio de exploración y gas en América, y de refino y distribución en España y Portugal.
Resuenan, por tanto, campanas de boda, ante la atónita mirada de Sacyr Vallehermoso, que todavía se pregunta cuándo y cómo se le ocurrió a su ex presidente Luis del Rivero lanzarse al ataque.