Las elecciones en Grecia tienen en vilo a los mercados internacionales. La incertidumbre es máxima por lo que pueda ocurrir, así que los Bancos Centrales del G-20 estudian ya una acción coordinada para evitar una posible tormenta financiera el próximo lunes. Primer cortafuegos para intentar llevar la tranquilidad a unos inversores que desconfían de todo lo que huela al sur de Europa en General. Buena prueba de ello es que nuestra prima de riesgo está en los 543 puntos básicos, mientras que el bono a 10 años cerraba en el 6.91 –tras haber sobrepasado ayer el 7% en alguna ocasión.
Volatilidad en los mercados que, en el caso de España, se ve acrecentada por la falta de datos exactos sobre el rescate a los bancos. De eso va hablar en el día de hoy el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el Comisario de Competencia, Joaquín Almunia. Reunión a primera hora de la mañana, en la que ayudarán la manera en la que el FROB debe trasladar el dinero de Europa a la banca que lo necesite. Pero sea como sea la pelota ahora mismo sobrepasa lo nacional para ser algo global de la Eurozona. En juego está el futuro de la moneda única y, para ello, Europa busca soluciones in-extremis que cuenten con el beneplácito de todos.
Se necesita una solución rápida que lleve a la unión bancaria y al establecimiento de un mecanismo para mutualizar las deudas. Algo que, en este momento, descarta Alemania. De ahí que el francés Hollande prepare un mecanismo intermedio que permita a la canciller salvar la cara. Por lo que se ve, el francés es mucho más consciente de lo que se juegan Francia y Alemania ante el jaque al que someten los mercados a España e Italia: más de 730.000 millones de euros.