Con la prima de riesgo rozando los 440 puntos básicos, después de que la dimisión de Mario Montti en Italia y la incertidumbre que se abre en el país haya elevado la presión sobre España e Italia ante la indefinición política que se abre en el país. 

Una indefinición que no por esperada ha sorprendido, ya que Super Mario debía haber llegado hasta el mes de marzo al frente del Gobierno de técnicos que había formado con el apoyo de Merkel y de Sarkozy. Pero como política es política, Monti ha durado lo que Silvio Berlusconi quería que durase, ya que su formación era la que mantenía al Ejecutivo tecnócrata que ha conseguido dar la vuelta como un calcetín a la situación del país transalpino. ¿Qué pasará ahora? Complicado saberlo. Todavía no sabemos si el todavía ex Primer Ministro se presentará a las elecciones con alguna formación de centro, y competirá contra Berlusconi que -*según dicen los analistas- está dispuesto a plantar batalla, incluso planteando una posible salida de la zona Euro. Así que parece que la guerra va a estar servida en las próximas semanas.

Dudas, indefinición que vuelve a servir de acicate en los mercados de deuda, y que vuelven a poner encima de la mesa la cada vez más cercana posibilidad de que el Gobierno de Rajoy tenga que pedir un rescate. Aunque él y su equipo económico sigue en sus trece. Veremos cómo acaba el año, pero parece que un alza de los ingresos por IVA del 11% en noviembre no va a ser suficiente para enderezar la situación de un país cada vez más endeudado y, lo que resulta todavía más preocupante, cada vez más roto socialmente