Una luz en el páramo económico

 

Y hoy me descuelgo por alguien que escribe fuera (nadie es perfecto), y a quien sigo los pasos de forma irregular desde agosto de 2007, fecha en que un foro de Internet se hacía eco del blog de este señor, por un post que señalaba el inicio de esta gran estafa generalizada que llevan colándonos como “crisis” los últimos tres años. Y lo que te rondaré.

Mi admiración por este personaje me ha causado más de una conversación con los íntimos, más de una mirada extraña de los cercanos y más de una reconvención de los conocidos. Tengo oído de él que vende más que hace, sobre todo su imagen, y que no parará hasta tocar poder. Me parece bien. Él mismo ha prometido que no parará hasta que alguien pague por robar el futuro de su hijo. Así que lo mismo hace falta que alguien como él limpie este cenagal.

 

Por la presente, mi admiración hacia él viene de haberse anticipado siempre, y con acierto, a lo que nos esperaba por venir. Cuando en 2009 nos vendían la moto de la recuperación él adelantaba la segunda recesión. Y acertó. Y cuando en 2010 nos regalaban los oídos con la estabilización, él proyectaba los impuestos que pagaríamos en 2012 y 2013. Y acertó. Qué quieren que les diga, mi menda se queda con Marc Vidal, una luz entre tanto páramo económico.