La marca España y los «enanos»

Que la Marca España, que ¡somos todos! sale perjudicada no se puede tener ninguna duda. Nunca nos preocupamos por “crear valor” (equity que diría un economista) para la imagen país, es decir, la referencia que los ciudadanos de otros países han almacenado sobre nosotros en sus mentes. Algo que facilitaría desde la venta de productos o servicios hasta conseguir novio o novia en otros lugares.

Lo único que habíamos hecho bien, casi sin quererlo, es dar la impresión de gente flexible capaz de llegar a acuerdos entre filosofías opuestas y hacer una transición a la democracia ejemplar. Incluyendo una nueva constitución y un nuevo modelo de Estado. Todo el mundo quería ser como España, desde Argentina a Polonia.

Pero casi treinta años después llega un Gobierno que se dedica a recuperar suspicacias olvidadas y crear nuevas que dividen y enfrentan. Nuestra imagen cae en picado. Y no es una impresión, basta con asomarse a cualquier ranking caído de la lista en asuntos relacionados con implantaciones de negocios y talento.

Es decir: ¡La Marca España ha perdido valor!, incluso el que aún no tenía.

Lo triste es que, además pocos son los que entienden que esto nos afecta y perjudica a todos. Incluso afecta a esos “enanos mentales” que provocan la situación y quienes tendrían que ocuparse de atemperar la situación buscan aprovecharla en su beneficio. Desde el gobierno a la oposición.

Probablemente porque a todos ellos les interesa más que nada su poltrona, los votos, las subvenciones o vaya a saber qué. Lo seguro es que ese “qué” es algo que tiene mucho que ver con su ventaja particular  y poco con el bien común.

Estamos tan “ocupados” en apretar el cinturón los unos y criticarlo los otros (aunque son los culpables de la situación) que nadie se preocupa de buscar mejorar. Es como si a un enfermo de bulimia sólo se le quitara la alimentación y no se le dieren vitaminas.

Y para que a España le lleguen “vitaminas” parece lógico que busquemos “alimentos” en otros  sitios donde haya menos crisis y más capacidad de compra. Habrá que buscar oportunidades de negocio allí donde estén y atraer a España inversores que nos ven como plataforma.

Para ello, sin ninguna duda, tenemos que trabajar todos en la misma dirección y con el mismo objetivo.
Como dice un refrán “un árbol que cae hace más ruido que mil que se quedan de pié”.

Estos “enanos” que hacen de la imagen de España otra Grecia nos hacen un daño tremendo. No es sólo lo que publica la prensa, es la alarma social que crean ahuyentando turistas e inversores.

Lo primero sería ignorarlos. Es decir no dar trascendencia a sus actos.

Lo segundo pararlos con todo el peso que permita la ley. En esto deberíamos aprender de los norteamericanos.
Y lo tercer es “educarlos”. Pero no sólo a ellos, a todos nosotros. Si todos entendiéramos que estos actos nos afectan a nivel individual tal vez quienes están en contacto personal con esos “enanos” podrían hacerles entender lo absurdo de su actividad. Tal vez este último paso sea algo romántico; pero la marca España la construimos entre todos; y la destruyen unos pocos. ¡Tratemos de evitarlo!