Una buena muestra de que la barra libre del Banco Central, unido a los primeros pasos reformistas que se están dando, devuelven la confianza sobre la economía española. De ahí que este buen momento va a ser aprovechado también por las autonomías para hacer sus colocaciones de deuda.  Un paso para el que van a contar con el respaldo del Estado, que será quien otorgue el “aval” necesario para que los inversores entreguen el dinero.

Las empresas esperan pacientemente los mejores momentos para las emisiones. Sin embargo, ahora las Comunidades contarán con el respaldo de Papá Estado, con el consiguiente riesgo de que se acostumbren a tener siempre un as debajo de la manga. De ahí que el Gobierno tendrá que atar en corto los presupuestos autonómicos para evitar que puedan desbocarse.