Estamos ante una nueva jornada de infarto en los mercados para España. Amanecemos con la prima de riesgo en máximos, 539 puntos, y con varios temas clave que pueden ayudar a relajar o a exacerbar un poco la tensión. Por un lado el Congreso aprueba la reforma financiera del Gobierno, esperemos que con el apoyo de la Oposición. Por el otro, vamos a conocer  los datos de Ejecución Presupuestaria de las Autonomías. Dato importante, ya que en ellas está puesto buena parte del foco de las dudas de los inversores.

Unos inversores que asisten atónitos a cómo Europa no es capaz de digerir lo que está ocurriendo. Unos dirigentes que son capaces de decir una cosa y la contraria en minutos, y en la que empieza a demostrarse que la única con verdadero poder es Angela Merkel. Es la única que se opone a que los Fondos Europeos rescaten a los bancos. Y no sólo eso, de ella depende el proyecto del Euro, aunque no parece tenerlo claro. Parece desear la vuelta a un Marco, en el que su moneda será más fuerte y menos competitiva lastrando sus exportaciones.

Pero las culpas son repartidas. Un Gobierno ineficiente que no es capaz de comunicar aquello que puede dar cierta tranquilidad. Un Gobierno que se está ve sobrepasado por los acontecimientos y en los que da la sensación de que no tiene un plan definido. ¿Alguien sabe cómo vamos a recapitalizar exactamente Bankia? Sería algo clave a tener en cuenta antes de su nacionalización. Y por si fuera poco, ahora resulta que la culpa de que la bolsa griega caiga, dicen en Atenas, es de la situación de España. Cosas veredes Sancho, que decía el otro.