Es lo suyo, desde que los ínclitos estudiosos del Banco de España nos han dicho, es decir, ayer, que el morrazo que nos vamos a dar en 2013 va a ser de campeonato, pero no de fin del mundo como acaba de vaticinarel Fondo Monetario Internacional. Semos así, manque luego la realidad nos pase factura. Que preferimos tragarnos el sapo aunque sepamos que después nos darán el sablazo con alevosa mayoría absoluta.
No sé quién mete la zarpa en el Banco de España para dar unos cuantos meses más de tregua, de hipócrita tregua, al Ejecutivo. Puede que sea el director general de su Servicio de Estudios, Malo de Molina; alguno de sus pupilos con más gracia que suerte; o el propio gobernador Linde. Pero alguno de los tres, sino los tres en alegre concurrencia, pueden presentarse al próximo certamen de creatividad financiera. Que se lo llevan de calle. Eso, seguro.
Me sobrecalienta que me adulteren las cifras, para que no sean de hundimiento del Titanic en versión cañí. Pero lo que considero rayano en el delito es que aseguren que lo del Fondo Monetario son simulaciones en escenarios pesimistas. No, señores Linde, de Molina y pupilos aventajados. El FMI no suele corregir al alza. Son los datos que son. En lugar de desmentirlos dedíquense a hacer algo por sacarnos del pozo. Y no nos mareen, que no nos chupamos el dedo.