Miramos a Cádiz

Una cita en la que Mariano Rajoy va a aprovechar para debatir con el presidente de la Comisión Europea los presupuestos de la Unión para el período 2014-2020… Pero también en el que, a buen seguro, comentarán las dos últimas medidas del Ejecutivo. La puesta en marcha del SAREB… El famoso banco malo para el que el Gobierno va a poner en marcha incentivos fiscales con intención de atraer capital privado… Algo que, a priori, se antoja complicado ya que los inversores internacionales y los grandes bancos españoles parecen no tener mucha intención de meter su dinero en él. ¿Por qué? Sencillo. Queramos o no la desconfianza es máxima. Este banco malo se parece más al de Irlanda, que terminó demoliendo promociones enteras, que al modelo Suizo, en donde en tan sólo 2 años fueron capaces de colocar todo el excedente. Y no sólo eso, no olvidemos que el panorama económico en España pinta mal. Y, por lo tanto, parece arduo y complejo conseguir dar confianza en que la Sociedad de Gestión de Activos vaya a conseguir una rentabilidad del 15% en los próximos años.

La otra gran medida que seguro comentan Rajoy y Barroso es esa moratoria de dos años en los desahucios para los grupos en riesgo de exclusión… Un decisión que se queda corta según algunos, de justicia según otros, de solidaridad se dice también, pero que era una demanda social. Corta o no. Mejor o peor, la realidad es que en Bruselas andan un tanto molestos con ella, ya que se podrían volver a poner en duda las cuentas de nuestros bancos… De ahí que hayan recordado que la Troika tiene mucho que decir en este asunto… A fin de cuentas, son los que tienen que poner el dinero para sanear el sistema financiero, y no es lo mismo saber que las hipotecas están controladas con unos baremos, a que te cambien las reglas del partido a la mitad…