El Nobel fue a los bares

Como de estas cosas quien les habla es bastante indocto, no le ha quedado más remedio que ir a leer cuál ha sido la aportación de estos cerebros para hacerse con el premio. Y hete aquí que me he dado de bruces con la que es, al parecer, la clave de su aportación fundamental: modelos que determinan el precio de los activos, y comprensión de los mercados para saber si estos están funcionando bien o más calientes que las cuentas suizas de algunos de nuestros respetables dirigentes.

Claro. Digo yo que la gracia del tema está en construir un modelo científico que permita decir si lo que tenemos es ladrillo caro porque la gente lo compra, o burbuja de las de si esto estalla verás después el tío Paco con las rebajas. Porque si no es por el modelo científico, les digo yo que en los bares de este país, además de mucho entrenador de fútbol en potencia, tenemos una ristra de aspirantes a Nobel que ríanse ustedes de la doctrina de Chicago. Y un secreto, no científico pero sí verificable: si un político en el poder niega la burbuja, es que hay burbuja. Sin excepción.