Es viernes, ya saben que como dijo el presidente del Gobierno hoy toca hablar de reformas en el Consejo de Ministros. Se liberalizarán buena parte de los servicios de transporte e infraestructuras. Aunque el epicentro, no escrito, estará en la reforma financiera. El Fondo Monetario, los socios europeos y ahora también el Banco Central presionan para que se culmine de forma inmediata. Y en concreto, apuntan –aunque nadie lo diga en voz alta- a Bankia.
No es de extrañar si uno hace caso de los informes que le llegan. Dice Goldman Sachs que Bankia asumirá en dos años pérdidas por 24.900 millones en créditos y ladrillo, que quedarán moderadas hasta los 7.700 millones por las provisiones. Esto quiere decir que, si se cumplen, su core Tier 1 se reduciría hasta el 5.9%, muy por debajo de lo exigido por Europea. Dudas, como digo, sobre su solvencia que el ministerio de Economía quiere solventar cuanto antes.
Opciones muchas: impulsar los bancos malos, con la duda de quién pagaría la factura, fusionar la entidad con otro banco, o propulsar el troceamiento de Bankia. Muchos rumores, dudas, que tendrán que quedar resueltas antes de que termine el mes. Y esperemos que no haya que esperar a que el Gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez acabe mandato, y llegue su sustituto. Porque eso sería como volver a empezar.