Un club en el que entró por la puerta grande hace casi 40 años asumiendo sus responsabildiad como cualqueir socio: para lo bueno y… para lo malo. Claro que entonces era 1973 y los deseos europeístas estaban en la cabeza de más políticos de vocación que no politiquillos acomodados.
Uno está en un club para eso, para aceptar las normas, para aportar y dar soluciones y si no, la puerta está abierta al adios definitivo. Hoy el Reino Unido ha dado un paso más hacia el exilio que separa el Canal de la Mancha con su negativa a firmar la reforma de los tratados de la Unión Europea. Se modifican esas bases para establecer más disciplina fiscal y que eso suponga a la larga más estabilidad para la moneda única pero también para toda la UE.
La crisis de deua ya ha demostrado que no entiende de cifras macro, de países o de color político que los gobierne. Cada día se cobra nuevos países como víctimas a los que les cuesta bastante más financiarse en los mercados y esa es la idea que por encima de todo primó en la cumbre de Bruselas, al margen de que las tesis alemanas son las VIP'S CLUB. Esa idea que entendieron todos menos los británicos.
Ellos son diferentes para todo y una vez más tenían que dejarlo patente. Eso o intentar demostrar a los votantes desconfiados de Cameron, esos que ya no creen ni en él ni en sus refromas de que es lo mejor para que a ellos nada les toque. Se olvida que la crisis financiera además de en Wall Street se desató en algo llamado citi.
Sofía Buera, directora de informativos de Gestiona Radio.