El último en pedir la cabeza de Del Rivero había sido el presidente de Bankia, Rodrigo Rato. Cuando a finales de agosto se alió con Pemex para mover del sillón a Brufau, el presidente de Sacyr comenzó a firmar su final al frente de la compañía. La lucha de poder en el consejo y la alianza con la mexicana Pemex resonó en las esferas políticas e hizo temer por la españolidad de Repsol. Provocó incluso la división en el seno del PP que oliendo ya a poder no bendice la operación con la mexicana y consiguió que el ex presidente González compartiera trinchera con Mariano Rajoy. Atrás queda la larga lista de indignados con del Rivero. A Antonio Brufau, a Demetrio Carceller y Juan Abelló se une el presidente de Novacaixagalicia, José María Castellano, el resto de cajas presentes en el Consejo que le pedían a Del Rivero que vendiera parte de Repsol y los accionistas minoritarios que llevaron el pacto con la mexicana ante la CNE.
Pero que nadie se engañe. Luis Del Rivero seguirá controlando el 26% de la constructora gracias al As que ha sacado esta mañana de la manga y junto a otros dos socios seguirá teniendo peso en el consejo de la constructora y prepara su revancha. El ya ex presidente de Sacyr Vallehermoso quiso quitar el sillón a Brufau en Repsol en una operación en la que aún nadie ha explicado lo suficiente las verdaderas intenciones de las partes. Soñó muy alto y se despertó sin nada. Hoy Brufau respira tranquilo y Del Rivero deja a su sucesor una deuda de 5.000 millones de euros que será difícil refinanciar. Fin a siete años al frente de Sacyr. Fin a una operación con tintes políticos. Y es que quien se fue a Sevilla…
Rubén Gil
Director de Edición Limitada en Gestiona Radio