¿Rodrigo Rato o Mister Potato?

Por lo visto, a Rato que es muy vanidoso no le gustan sus tres pelos y quiere entrar en el club de las “melenas rockeras”. Acude a una clínica capilar para hacerse unos injertos capilares que le hagan lucir joven y lozano, como cuando lo hizo ante Kylie Minogue. Como bien sabrán, con la reforma financiera el presidente de Bankia va a cobrar un 75% menos, pasa de embolsarse 2,34 millones de euros en 2011 a la ridícula cifra (comparando ambas) de 600.000 euros anuales. Pues bien, si echamos la cuenta y se pone, por ejemplo 2000 pelos le saldría a 300 €/pelo o lo que es lo mismo, 50 mil de las antiguas pesetas. ¡¡Cara cabellera!! Esperemos que no le rieguen mucho y no haga un Hilario Pino.

Dicho esto, no me vendan la moto de que el Sr. Rato solo va disfrazado cuando se convierte en actor como en “La venganza de Don Mendo” en EEUU. ¿Trajes azulones “mono de trabajo” con zapato negro y cinturón marrón anaranjado? ¿Merezco la ceguera progresiva a causa de sus corbatas? Y es que este señor no respeta nada, que se va de boda ahí que se calza su traje bien apretaíto de las nalgas que hace que se le abran los bolsillos laterales y se lleve todo el arroz. ¡Ni que fuera a las bodas a cocinar arroz a la cubana! Pero para cubana, su perilla al más puro galán de telenovela. Rodrigo Rato protagoniza “El cuerpo del deseo”.

De camisa blanca en la mayoría de las ocasiones, con su cara de garbancito adornada con sus pequeñas gafas de 2 mm de diámetro y fabricadas en latón. Se las pone en la punta de la nariz como Emile, el hermano de Ratatuille sentado en su butaca mientras se alimenta la papada, pero en lugar de queso come comisiones.