El ejemplo del sector del motor

Las factorías españolas de la automovilística han conseguido atraer la producción de cuatro nuevos modelos, que permitirán dotar de carga de trabajo a las plantas durante la próxima década. Y ha sido posible gracias a que la oferta presentada ha sido la más competitiva de todas en todos los aspectos.

 

¿Y cómo lo han conseguido? Arrimando el hombro entre todos. Tanto patronal como sindicatos han remado juntos para conseguir una rebaja de costes laborales, flexibilidad horaria, inclusión de productividad, que ha permitido ganar el concurso frente a otros países como Turquía o plantas de Europa del Este, siempre con costes laborales más reducidos… Y ésa es la tónica que ha mantenido no sólo Renault, si no el conjunto del sector del automóvil en España durante la crisis económica. Buena prueba de ello es que, mientras la mayor parte de sectores ha destruido cerca del 20% del empleo de media, en el automóvil sólo ha sido un 8%..  Gracias, precisamente, a ese diálogo y a esas cesiones entre las partes. Y lo venían haciendo desde hace mucho tiempo, sin necesidad de una reforma laboral.

El acuerdo de Renault es sólo la punta del iceberg, pero debe servir como ejemplo de cara a futuro. La manera de afrontar un momento complicado, en el que se necesita atraer nuevas inversiones para garantizar el futuro de nuestras empresas. La gran patronal y los sindicatos deberían tomar buena nota, y empezar a dialogar más. No sólo en casos concretos, si no también a nivel general. Es el momento de actualizar nuestra negociación colectiva, es el momento de reformar las relaciones patrono-sindicales, y es momento de dar un cambio a las condiciones laborales en España para que podamos volvamos volver a ser un país competitivo.