Telefónica, en el punto de mira

Telefónica salta de nuevo a la palestra por convertirse en el nuevo operador universal de banda ancha en España. Es decir, el encargado de servir ADSL de, al menos un mega, en zonas que tradicionalmente no son rentables. Y lo hace, no por decisión propia, si no por desestimiento de sus principales competidoras que no ven rentable esta posibilidad. Son las ventajas y los inconvenientes de ser el operador más grande.

Sin embargo, los de César Alierta han vuelto a ver cómo Standard & Poors han lanzado un nuevo avisto para navegantes: el sector europeo de las telecomunicaciones tiene buenas perspectivas, pese a que acumula unas deudas superiores a los 300.000 millones de dólares.

De hecho, la agencia está convencida de que pese a la caída del consumo en el mercado europeo, las telecos encontrarán nuevos negocios para generar ingresos, a lo que habrá que sumarle una moderada política de retribución al accionista.

Y aquí es, precisamente, donde S&P muerde a Telefónica. Asegura que su elevado nivel de endeudamiento absoluto, y los vencimientos a corto y medio plazo, pueden representar riesgos importantes para la compañía. Así que, señores, parece que no es oro todo lo que reluce.