Todo sigue igual

Y esperemos que llegue, porque es importante que en este tema las grandes formaciones arrimen el hombro. Más que nada, porque si no consiguen acercar posturas en lo que es un drama social, demostrarán, una vez más, que el interés ciudadano queda al margen, en post de la crítica y el desacuerdo con el partido contrario.

 

Los unos y los otros. Los otros y los unos. Las dos Españas que ahora tanto gusta sacar a relucir a algunos en la sociedad política y civil. Algo que debiera estar ya superado, pero que parece haber vuelto a resurgir con fuerza en algo que resulta preocupante ya que mientras no cale, no habrá problema. Pero como empiece a instalarse de forma habitual en la calle, puede terminar generando un auténtico estallido social de consecuencias impredecibles.