¿Qué lleva a esta situación? Varios factores: el primero el que las previsiones del Gobierno son demasiado optimistas. El segundo: que la recesión será más dura de lo previsto y, por lo tanto, el Gobierno se queda sin opciones para cambiar el rumbo.

Pero a todo esto añade dos nuevos factores que son, si cabe, más preocupantes con todo lo que estamos viviendo. Por un lado alerta del aumento de la tensión social, y por el otro del aumento de las tensiones entre Autonomías y Gobierno central a la hora de hacer recortes… Algo que, dice S&P limitarán las opciones políticas del Ejecutivo de Mariano Rajoy… Por ahora es S&P la más negativa, pero tendremos que esperar a Moody’s que, sin duda, parece que será la más dura y quien pueda situar a España al borde del bono basura… Sea como sea, una vez más, las autonomías vuelven a estar en el disparadero, tal y como ayer hizo la Comisión Europea, cuando aseguraba que la maraña autonómica está perjudicando a nuestras empresas…

Insiste Bruselas en algo que ya hemos dicho aquí: es necesario simplificar el marco normativo, acabar con la burocracia, e invertir en nuevas infraestructuras que –y cito textualmente- tengan demanda… Consejos para un Gobierno que estos días no gana para disgustos, y que últimamente está más centrado en frenar la deriva independentista de Artur Mas que en lo que tiene que estar: adoptar medidas para frenar el deterioro de la situación económica…