La crisis lo cambia todo. Desde la política económica de los países, a la forma de vida de los ciudadanos, pasando por la política de comunicación de resultados de Francisco González, presidente del BBVA.
Basta sino con mirar las presentaciones de resultados del año 2010 y 2011. En el primero la entidad ganaba 4.606 millones de euros, sumando un 9.4%. Sin embargo, en 2011 la entidad ha perdido un 34,8% hasta los 3.004 millones de euros por debajo de la barrera psicológica que marcan los analistas.
Vamos para ello a echar un vistazo rápido a los titulares de las notas de prensa de 2010 y de 2011, respectivamente:
"BBVA ganó €4.606 millones en 2010 (++9,4%) por su diversificación y anticipación”
“Francisco González: ‘Hemos fortalecido nuestra capacidad de crecimiento durante la crisis”
Como se puede observar, en la presentación de cuentas de 2010, Francisco González apostaba por destacar los beneficios de la entidad, mientras que en esta ocasión ha preferido cambiar radicalmente, y centrarse en la capacidad del grupo, dejando atrás los números contantes y sonantes.
Esto no sería destacable si no fuera porque durante todo el año 2011 (mientras la entidad lograba ganancias trimestre a trimestre) las comunicaciones del presidente del BBVA resaltaban la cantidad que se había conseguido.
¿Y dónde lo encontramos este año? Pues tenemos que mirar al primer “topic” de la nota de prensa para encontrarlo:
“Por tercer año consecutivo, los ingresos de BBVA superan los 20.000 millones de euros. El beneficio recurrente en 2011 alcanza 4.015 millones de euros, un 12,8% menos que un año antes. Contando con el ajuste contable del fondo de comercio de Estados Unidos, el beneficio alcanza 3.004 millones de euros”.
Una vez leído ese primer “topic” de la nota de prensa, pensarán ustedes como nosotros cuando la leímos. ¿Cuánto supone esto respecto a las cifras del año pasado? Pues la respuesta la tenemos en el mismo documento, pero al final de la página 2:
“El beneficio atribuido, antes de realizar un ajuste contable en el fondo de comercio de Estados Unidos, se situó en 872 millones de euros en el trimestre. En el conjunto del año, alcanza 4.015 millones de euros, un 12,8% menos que en 2010. Una vez realizado el ajuste de 1.011 millones de euros netos de impuestos, el resultado atribuido en 2011 es de 3.004 millones de euros (-34,8%). El deterioro del fondo de comercio es un registro contable que no afecta a la liquidez ni a la solvencia del Grupo BBVA”.
Es decir, que si Francisco González no hubiera querido ocultar las pérdidas –como ha intentado- tendría que haber titulado lo siguiente, ¿no les parece?
“BBVA ganó €3.004 millones en 2011 (-34.8%) por la caída del negocio y el deterioro del fondo de comercio”
Pero la cosa no termina aquí. En 2010 se destacaba la fuerte apuesta del grupo por la RSC y la innovación. Así vemos frases como “una vez más, BBVA se diferencia de la competencia en 2010 invirtiendo fuertemente en personas y tecnología”. Un intento por dotar a BBVA de cierta ‘humanidad’ que, sin embargo, con la llegada de las vacas flacas se ha olvidado por completo.
¿Les parece poco todavía? Esperen que hay más. Vamos a hablar ahora de la tasa de morosidad. Perdón, ¿deberíamos decir “gestión del riesgo”, “indicadores de riesgo” o “calidad crediticia”? Cualquiera de las tres nos pueden valer, según el ‘diccionario de comunicación’ preparado por González y su equipo.
Visto lo visto, podemos concluir que “Paco González” ha tardado este año en preparar su discurso ante los inversores para suavizar las pérdidas. Sobre todo, porque el beneficio por acción de este año cae hasta 0,64€ frente a los 1,14€ del año pasado.
Estamos, por tanto, ante un auténtico ejercicio de trilerismo lingüístico. Y eso que sólo hemos analizado los “topics” de la nota de prensa. ¡Volveremos!