Once sectores de la economía española se encuentran fuertemente afectados por el impacto de la subida de los costes de energía, diecinueve significativamente afectados y doce impactados de manera moderada, según un estudio realizado por el observatorio sectorial DBK de Informa, filial de Cesce.
Así, entre enero y abril de 2022, los precios del gas presentaron una subida interanual del 341%, un 64% el precio del petróleo Brent en dólares por barril, un 340% la energía eléctrica y los precios de algunos cereales, como el trigo duro y la cebada, entre el 85% y 70%, respectivamente, a lo que suma las importantes subidas que ya se arrastraban de 2021.
«La tensión en los precios energéticos y de las materias primas, que ya se notaba en 2021 y que se ha intensificado desde febrero de 2022 por la guerra en Ucrania, está penalizando, a pesar del incremento de los precios, los resultados de las empresas en numerosos sectores de actividad», ha señalado el director del observatorio sectorial DBK de Informa, Juan Ortín.
SECTORES CON UN IMPACTO FUERTE
Entre los once sectores más afectados, minería, metalurgia, la industria de la madera y papel, la química básica o la fabricación de productos de caucho y plásticos están haciendo frente a una fuerte presión sobre sus márgenes por sus procesos de producción intensivos en energía.
Los elevados precios energéticos también afectan al sector de productos minerales no metálicos, que son proveedores de la construcción, sector en el que al encarecimiento de los materiales se suma la dificultad para contratar mano de obra cualificada. Esta escasez de mano de obra, unida al mayor coste de los carburantes, penaliza también al transporte de viajeros y mercancías.
Además, la guerra en Ucrania ha traído problemas de suministro de cereales, en particular trigo y cebada, que repercute en diferentes actividades de alimentación como a la producción de harina, panadería, bollería y pastelería, pastas alimenticias, malta y cerveza.
También a la industria de piensos compuestos, lo que afecta al sector ganadero, que además se ve expuesto al alza de los precios de la energía para el acondicionamiento de las granjas.
Asimismo, el comercio de productos alimenticios también se ve en gran medida impactado, tanto por el encarecimiento de sus compras como de sus costes energéticos, los cuales son relevantes debido a la necesidad de frío para conservar los alimentos.
SECTORES CON UN IMPACTO SIGNIFICATIVO
Los carburantes más caros y el ascenso de precios de otros insumos, como los fertilizantes, repercuten en el sector agrícola, mientras que la industria alimentaria también sufre un efecto negativo en sus márgenes ya que compra más caras las materias primas.
Automoción y fabricación de maquinaria se enfrentan a los problemas de suministro de determinados componentes, ya que Rusia y Ucrania son dos países con importante actividad siderúrgica y de producción de otros metales.
Otros sectores con impacto significativo por el alza de las materias primas y la energía son textil/confección y cuero, impresión y artes gráficas, industria química de consumo y otros productos, producción de productos metálicos, electrónica y material eléctrico, fabricación de muebles, actividades de edición y gestión de residuos.
También se están viendo afectados por los precios de los carburantes y la energía la hostelería, actividades hospitalarias y asistenciales, gimnasios, peluquerías, tintorerías, parques de atracciones y escuelas de conducción.
SECTORES CON UN IMPACTO MODERADO
Los sectores con menor impacto son los que tienen una exposición reducida a las energías y otros consumos intermedios. Principalmente, actividades de servicios, como reparación, informáticos y de comunicaciones, suministro de agua y tratamiento de aguas residuales, actividades financieras y de seguros, inmobiliarias, profesionales, científicas y técnicas, administrativas y auxiliares, médicas y sociales (sin alojamiento), artísticas, recreativas y de entretenimiento y la educación.
También registra un impacto moderado el transporte de energía eléctrica y de gas, la producción de energía eléctrica renovable y la fabricación de productos farmacéuticos.