En una reunión celebrada hoy, el Consejo de Administración de BBVA ha aprobado por unanimidad el plan de sucesión del actual consejero delegado, designando a Onur Genç como sucesor. Está previsto que Onur Genç asuma el cargo de consejero delegado el 31 de diciembre de 2018, fecha en la que Carlos Torres Vilareemplazará a Francisco González como presidente ejecutivo de la entidad, todo ello, una vez se hayan obtenido las autorizaciones correspondientes.
“El impacto tan positivo que Onur ha tenido en nuestras operaciones en Estados Unidos y Turquía se extenderá al resto del Grupo”, ha comentado Carlos Torres Vila, actual consejero delegado y próximo presidente de la entidad. “El Consejo ha elegido a Onur porque es el consejero delegado idóneo para seguir avanzando en nuestra estrategia e impulsar la transformación en todas nuestras franquicias, generando valor para todos nuestros grupos de interés: accionistas, empleados, clientes y la sociedad en su conjunto”.
Onur Genç se unió a Garanti en 2012 como vicepresidente ejecutivo responsable de banca minorista, y en 2015 fue nombrado ‘deputy CEO’ del banco turco, asumiendo también la responsabilidad de banca mayorista. Desde enero de 2017, es CEO de BBVA Compass y ‘country manager’ de BBVA en EE.UU., donde ha logrado importantes avances, no sólo en los resultados de la franquicia, sino también en el desarrollo de las capacidades digitales, la satisfacción de los clientes y el compromiso de los empleados.
“Quiero agradecer al Consejo la confianza que ha depositado en mí para afrontar este gran reto”, ha comentado Onur Genç. “Creo profundamente en nuestro propósito y nuestros valores. Estoy muy contento de formar parte del proyecto de transformación de BBVA”.
Esta transformación se inspira en el propósito de BBVA: “poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era”. Este propósito refleja el papel facilitador del banco en la era digital para ofrecer a sus clientes las mejores soluciones bancarias, ayudarles a tomar las mejores decisiones financieras y tener un impacto positivo en sus vidas.
El Grupo avanza de manera decidida en su proceso de transformación, tanto desde el punto de vista interno, donde se ha producido una importante transformación cultural en los últimos años anclada en unos fuertes valores; como externo, en la propuesta de valor y la relación con los clientes. Las ventas digitales representan el 40% del total de unidades vendidas del Grupo, frente a tan solo un 15,3% hace dos años, y los clientes digitales ascienden ya a 26 millones. Antes de que termine el año, el objetivo es que la mitad de los clientes sean digitales.
“Todo BBVA está volcado en la transformación en beneficio del cliente”, ha afirmado Francisco González, presidente de BBVA. “El equipo de BBVA es la mejor garantía de todos los éxitos que están por venir”.
Onur Genç, el ejecutivo que BBVA ha seleccionado de su cantera para suceder a Carlos Torres en el cargo de consejero delegado, está convencido de que el «gran reto» que afronta la banca es responder «a un cliente cada vez más cambiante en la era digital» donde «surgirán nuevos competidores» y algunos servicios se convertirán en ‘commodities’, erosionando los márgenes.
El directivo, que el grupo destacó en 2017 en Estados Unidos tras varios años al mando en la filial turca Garanti, coincide con el diagnóstico del presidente, Francisco González; al que sucederá en enero el actual ‘número dos’, Carlos Torres.
En una entrevista efectuada por el banco, Genç afirma al respecto que ese es el foco precisamente de BBVA: «Como en cualquier empresa de éxito, estamos muy enfocados en los clientes y estamos transformando la forma en que interactuamos con ellos».
«Creo que nuestra convicción ante la necesidad de transformarnos es mucho mayor que otros bancos», reivindica en lo que atribuye a la visión de González y gracias a la aceleración en la transformación imprimida por Torres.
PIDE PACIENCIA «A TODOS» POR SU NIVEL DE ESPAÑOL
El banquero turco, quien pide paciencia ante su dificultad para expresarse aún en español, atribuye una elección que ha sorprendido, ya que las quinielas sobre el sucesor de Torres se jugaban con directivos nacionales, a la vocación del grupo de ser un jugador global por estrategia.
«Somos un banco español, con operaciones y aspiraciones globales. A medida que seamos más globales, seremos más eficientes, ya que aprovecharemos las inversiones que hacemos en todos los mercados», anticipa.
En este sentido desliza que la intención es ir «aprendiendo de un mercado y replicando ese conocimiento en otro» sin imponerlo sino adaptando las iniciativas a las necesidades locales.
Genç recaló en banca después de 13 años en Mckinsey, donde vivió en cuatro países, dirigió proyectos en más de diez y se convirtió en el socio senior más jóven de la firma en la filial turca de la consultora con apenas 34 años.
Un trampolín que le llevó al Garanti en 2012, al mando de las operaciones de banca minorista, donde reivindica que lograron cuotas de mercado en los principales productos «que superaban claramente nuestra cuota natural» por oficinas y cajeros; y convirtieron al banco de Ankara en líder «indiscutible» digital.
En EEUU y, según su relato, recala en 2017 con un equipo que ha «mejorado drásticamente el beneficio en los dos últimos años, con un desempeño superior al de la mayoría de nuestros competidores», es uno de los bancos de mayor crecimiento en el país y con «capacidades digitales de primer nivel».
«Siempre he creído que el verdadero éxito radica en atender a todos nuestros grupos de interés: accionistas, empleados, clientes y la sociedad en general», refiere el ejecutivo, tras asegurar que le gusta trabajar en equipo.
Cuando se le pregunta por su estilo de gestión, confiesa ser «exigente», que anima a «debatir abiertamente» a los equipos y decir lo que se opina «sin tapujos» hasta alcanzar decisiones, aunque entiende que siempre tiene que haber «un director de orquesta» que se responsabilice del producto.
«Me escuchareis a menudo preguntar por el responsable y por los plazos», indica y anticipa que le gusta «tomar decisiones» y «actuar con rapidez» siempre con los controles exigibles. La «conducta ética», refiere, «es algo indispensable, no negociable».