«Otro año en barbecho» para reducir el déficit público, según el Banco de España

El Banco de España manifestó este miércoles que 2019 será “otro año en barbecho en términos de consolidación fiscal”, puesto que su previsión es que el déficit cierre en el 2,5% del PIB, una décima superior a lo anteriormente estimado.

Así lo dijo el director general de Economía y Estadística del organismo, Óscar Arce, tras la publicación de las proyecciones macroeconómicas del Banco de España para el periodo 2019-2021 que reflejan una evolución del crecimiento del PIB del 2,2% este año, el 1,9% en 2020 y el 1,7% en 2021.

Arce explicó que para este año se ha incrementado en una décima la previsión debido a “pequeños cambios en ambas direcciones”. En concreto, apuntó que los factores que reducen el déficit son la subida de las bases máximas de cotización y los datos de recaudación fiscal “relativamente positivos” que se registraron a final de 2018. En el sentido de elevar el déficit, Arce citó las últimas medidas aprobadas que incrementan el gasto como la ampliación del permiso de paternidad o la extensión del subsidio para mayores de 52 años. También añadió que a pesar de que se mantiene el crecimiento del PIB en términos reales, para el PIB en términos nominales se ha rebajado la estimación en tres décimas para este año.

En cualquier caso, Arce afirmó que aumentar la previsión de déficit público “nos deja un pelín insatisfechos”, puesto que España es de los países europeos con mayor desequilibrio fiscal.

De materializarse ese déficit del 2,5% este año, concluyó que “la política fiscal adoptaría un tono claramente expansivo” en un contexto en el que el ciclo ya es favorable.

Respecto a la incidencia de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), Arce aclaró que el panorama presupuestario que se tuvo en cuenta para elaborar las proyecciones en diciembre “es muy parecido al de hoy”, por lo que en ese aspecto ha habido pocos cambios.

Además, este responsable del organismo apuntó que “no sabemos qué va a suceder en términos de la estrategia para retomar la consolidación fiscal” e incidió en que es “prioritario” diseñar y ejecutar “una senda reformista ambiciosa” que permita elevar el crecimiento potencial de la economía española.

DEUDA

En lo que respecta a la evolución de la deuda pública, el Banco de España prevé que se vaya reduciendo de manera “muy, muy, gradual” en los próximos años, hasta situarse en el entorno del 95% del PIB en 2021, un nivel “muy elevado”.

Sobre el hecho de que esa deuda esté en manos extranjeras, desde el organismo se destacó que es “positivo”, puesto que demuestra la confianza de esos inversores en la economía española.

Por otra parte, desde el organismo se puntualizó que, aunque el motor de crecimiento de la economía sigue siendo el consumo de los hogares, las tasas de ahorro de las familias están siendo menores a las anteriores a la crisis, con lo que “los hogares están recurriendo de manera intensa al crédito”.

Explicaron que ese buen comportamiento del consumo está reflejando que “las familias van con el pie muy hundido en el acelerador”, con lo que “vemos más factible que se desacelere algo, más que se acelere” en el periodo proyectado.

AUSENCIA DE BURBUJA

En cuanto a la posibilidad de que se esté gestando otra burbuja en el mercado inmobiliario, el director de Economía y Estadística del organismo aseguró que “hoy no vemos un problema de burbuja” porque no se están produciendo elementos de “sobrevaloración particularmente preocupante” en la vivienda.

No obstante, señaló que en un contexto de condiciones financieras laxas, se debe prestar “mucha atención” al mercado de activos financieros y al de la vivienda.

Por último, ante la situación de recesión económica en Italia, el Banco de España señaló que la economía nacional está aguantando y evitando el contagio, pero advirtió de que “si la zona del euro evoluciona peor de lo esperado, España necesariamente va a evolucionar peor de lo esperado”.

En cualquier caso, el mayor riesgo en el panorama exterior es el ‘Brexit’, que según Arce, tendrá un coste de hasta ocho décimas de PIB para la economía española al cabo de cinco años en el peor escenario, es decir, si Reino Unido sale de la UE de manera desordenada y sin acuerdo.