Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, ha confirmado que la entidad que preside ha ampliado en 500 millones de euros el fondo de emergencia al que pueden acceder los bancos griegos. Por otro lado, Draghi ha recalcado que el banco europeo no comprará deuda soberana helena dentro del plan de flexibilización cuantitativa al no reunir las condiciones de adhesión.
El presidente del BCE ha recordado que los bonos del país no cuentan con la calificación suficiente. En febrero, el BCE retiró la exención que permitía usar la deuda griega como garantía en las operaciones de la institución, lo que abocaba a los bancos griegos a depender de la liquidez de emergencia.
Igualmente, el banquero ha señalado que la entidad no puede comprar deuda de un país cuyo programa de rescate se encuentra en revisión y ha apuntado que actualmente el BCE mantiene en su balance bonos griegos adquiridos a través del programa SMP «que superan el límite del 33% por emisor». «El BCE es el primero que desea reiniciar la financiación a la economía griega si se cumplen las condiciones», ha añadido.
En este sentido, Draghi ha indicado que el BCE ha doblado sus préstamos a Grecia, hasta los 100.000 millones de euros, «lo que equivale al 68% del PIB de Grecia, más que en el caso de cualquier otro país».
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