El consejero delegado de Endesa, José Bogas, considera que “es imposible” que España pueda cerrar todas sus centrales nucleares cuando se cumpla su vida útil de 40 años, tal y como pretende hacer el Gobierno.
Así se expresó Bogas en la conferencia con analistas para presentar los resultados de la eléctrica en el primer semestre de 2018, periodo en el que ganó 752 millones, un 15% más.
Tras recordar que el cierre a los 40 años supondría que las centrales dejaran de estar operativas entre 2023 y 2028, Bogas advirtió de que dicho cierre tendría varios impactos negativos.
Entre ellos, se refirió a la seguridad del suministro, un mayor coste de la electricidad, así como en términos de emisiones, ya que la energía nuclear no las produce.
En la misma línea, defendió que si se alarga 10 años la vida útil de las centrales se podría afrontar el problema financiero del déficit del fondo de Enresa para gestionar los residuos, que podría alcanzar los 3.000 millones de euros.
En todo caso, mostró su disposición a hablar con el Ministerio para la Transición Ecológica para que el país pueda cumplir sus retos ambientales. “Estamos abiertos a buscar soluciones”, aseguró.
“Queremos ser uno de los líderes de este proceso de transición”, afirmó Bogas, quien recordó que la compañía tiene previsto instalar 46 giagagavatios (GW) de potencia renovable en los próximos años.