Participación histórica en Escocia del 86%

La participación histórica del 86 por ciento registrada en el referéndum sobre la independencia de Escocia de ayer confirma el acierto de las expectativas generadas ante una cita que decidirá el futuro de Reino Unido y cuya convocatoria ha garantizado ya un incremento del autogobierno escocés, independientemente de la opción que dé como vencedora el resultado que se conocerá en las primeras horas del viernes.

El récord de personas inscritas para responder en las urnas a la pregunta «¿Debería Escocia ser un país independiente?», un 97 por ciento de los mayores de 16 años que tenían derecho a voto, anticipaba ya una participación histórica que las colas registradas en los 2.608 colegios no han hecho más que confirmar. El porcentaje establece un nuevo récord, al superar al vigente hasta ahora, de 1951, cuando Escocia registró una participación del 81,2 por ciento.

Los expertos habían asumido que si era alta el 18 de septiembre, el ‘sí’ se vería favorecido, porque las encuestas revelaban que la apuesta por la separación era desproporcionadamente elevada entre las clases bajas, consideradas menos inclinadas a votar.

A la espera de conocerse el resultado de la última circunscripción y con el ‘no’ como resultado definitivo, el primer sondeo publicado tras el cierre de los colegios electorales ya otorgaba a la opción del ‘no’ un 54 por ciento de los votos, frente al 46 por ciento que se habría llevado el apoyo a la separación de Reino Unido.

Realizado por la empresa de demoscopia YouGov, no se hizo a pie de urna, a la salida de las unidades habilitadas para la votación, sino por un panel en Internet entre aquellas personas que dijeron haber tomado parte en el plebiscito. El presidente de la compañía, Peter Kellner, aseguró que «aún a riesgo de sonar completamente ridículo en unas horas, diría que la certidumbre de la victoria del ‘no’ es de un 99 por ciento». «No veo al ‘no’ perdiendo esto», mantuvo.