El proceso monitorio es una vía ágil para la reclamación de deudas. La finalidad de esta herramienta es que los acreedores cobren su dinero a la mayor brevedad posible, o establezcan un nuevo plan de pagos. Según afirmaciones de expertos en la materia, el monitorio es uno de los procedimientos más utilizados para la recuperación de deudas, bien sea que se aplique a autónomos, particulares, propietarios con deudas de alquiler o comunidades de vecinos. En este contexto, el despacho Cobratis, una empresa especializada en gestión de cobros, ofrece sus servicios de representación para la recuperación de deudas a través del proceso monitorio.
Pasos para iniciar el proceso monitorio
El proceso monitorio inicia con el envío de un burofax al deudor en el que se notifica la deuda pendiente. Esta comunicación debe tener acuse de recibo, además de una certificación del texto con el que se reclama el importe de la factura que no ha sido cancelada. El propósito de esto es cumplir con un requerimiento legal enmarcado en la Ley 7/2001 de Enjuiciamiento Civil, que define el proceso judicial para reclamar ese tipo de deudas.
Gracias a este instrumento legal, los afectados tienen una vía judicial que les permite recuperar pequeñas deudas en forma rápida y sencilla. Para hacer la presentación de la solicitud, el acreedor puede acudir directamente, sin abogado o procurador, ante Juez de Primera Instancia del domicilio del deudor o donde se requiera el pago.
Para este fin, el interesado elabora dicha solicitud mediante un escrito o llenando un formulario previamente establecido en el que se especifica su nombre y domicilio, el nombre y domicilio del deudor y, por supuesto, la cantidad de dinero de la deuda que reclama.
Además, es necesario que el acreedor apoye la solicitud con cualquier documento que valide o soporte la deuda con la firma o sello del deudor, o cualquier otra señal de impronta física o electrónica del deudor. Así como también certificaciones, facturas, telegramas, telefax, recibos de entrega, o cualquier otra documentación en las que haya quedado constancia de los créditos o deudas que se reclaman.
Desarrollo y conclusión del proceso monitorio
Después de que el acreedor hace efectiva la presentación de la reclamación por pago de deuda, se ubica al moroso, quien debe decidir si paga o se opone a la solicitud de pago pendiente. Cuando el deudor paga, en el plazo de 20 días otorgado por el juzgado, se archiva el caso.
De lo contrario, si no paga, ni se opone en el plazo concedido, se procede a un cobro forzoso de la deuda. Pero, si el deudor asiste ante el tribunal y alega por escrito sus razones de oposición al pago, se inicia el proceso de oposición a la demanda. En ese caso, la reclamación iniciada a través del proceso monitorio se resuelve de manera definitiva mediante un juicio.