Hace solo dos años y medio, Pedro Sánchez, era un diputado del PSOE que pasaba desapercibido y llegó a su escaño en el Congreso al sustituir a la diputada Cristina Narbona. Pero lejos, exactamente 45.000 km que son los que se ha recorrido por España, ha quedado el anonimato, el no tomar decisiones directas , el ser uno más para pasar a ser el primero.
Nacido en el barrio madrileño de Tetuán hace 42 años. Hijo de militante socialista, de toda la vida y madre funcionaria. Es doctorado en Economía y Empresa. En el año 2006, se casó con Begoña Fernández, en una ceremonia civil oficiada por su compañera la entonces concejala del Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez. Desde entonces ha formado una familia con dos hijas. Miembro del partido socialista desde hace una década, ha tenido poca visibilidad. Comenzó como concejal de Madrid en el 2004 y ha formado parte del Congreso en las dos últimas legislaturas.
Fiel rojiblanco reconocido, compagina la política con la enseñanza. Hace un año comenzó como profesor adjunto en la Universidad privada Camilo José Cela en el departamento de Estructura y pensamiento económico. Su paso como asesor en el Parlamento europeo y más tarde como representante de Naciones Unidas en Bosnia durante la Guerra de Kósovo, le han forjado en su carrera profesional y personal. Cuenta con un gran dominio del inglés y el francés.
Pero también hay críticas para Pedro Sánchez. Fue miembro de la Asamblea General de Caja Madrid durante la discutida etapa de Miguel Blesa. Algo que no gustó a muchos, pero parece, a la vista de los resultados, que hay más a los que no les ha importado.
No todos apostaban por él. El “niño guapo del PSOE”, no partía como favorito, pero tenía apoyos, y de los importantes, como la federación andaluza. Durante la campaña, era acusado de presumir de ser apoyado por el aparato del partido y que desde las sombras se trabajaba a favor del madrileño. Pedro Sánchez parece que le ha ganado la batalla a los tópicos, lo físico, las acusaciones y las sombras.
Pero todo, solo acaba de empezar, ahora tiene que demostrar lo que ha prometido, lo que le enseña a sus alumnos y lo que quiere para el futuro de su partido y su país.