El Gobierno de Perú se ha mostrado partidario de un cambio de gobernanza en Petroperú y no «una simple reorganización», motivo por el cual ha pedido hacer «bastante más» y ya se encuentra trabajando en la convocatoria de una contratación internacional para abordar la situación «crítica» de la petrolera estatal.

Así lo ha sostenido el presidente del Consejo de Ministros de Perú, Gustavo Adrianzén, en una entrevista televisiva, en la que ha expuesto la necesidad de tomar medidas ante la complicada situación financiera de la compañía, que lleva años arrastrando problemas en su gestión.

Está previsto que se convoque a un administrador de alcance internacional para revocar la actual situación, con el fin de evitar la quiebra o liquidez de la compañía, que ha sido totalmente descartada por el Gobierno.

«Una de las opciones era dejar que todo siguiera igual, metiéndole miles de millones, y continuar viviendo felices, pero la situación financiera crítica obliga a tomar medidas», ha sostenido Adrianzén.

A finales de agosto, los directores de Petroperú solicitaron que el Gobierno de Perú tomase una decisión «con urgencia» y «pronto» para hacer frente a las condiciones actuales de la petrolera estatal, que hacen que la gestión empresarial sea «insostenible».

En concreto, los responsables de la compañía plantearon tres opciones al Gobierno peruano, que es el accionistas del 100% de Petroperú, entre las que figura continuar inyectando capital a la empresa –como hasta ahora, sin pedir ni asegurar cambios organizacionales creíbles que busquen su eficiencia–, aceptar su quiebra o liquidación con las obligaciones legales y financieras que podrían enfrentarse, o decidirse por una reestructuración profunda que goce de credibilidad.

Esto conllevaría una inyección de capital del Gobierno con la condición de realizarse acciones de eficiencia organizacional, que serían implementadas con el apoyo de una firma de experiencia internacional comprobada, según detallaron los directores en una carta a la opinión pública.