El nuevo director general de Philip Morris para España y Portugal, Daniel Cuevas, ha avanzado su objetivo de acelerar en España la transformación del sector a alternativas libres de humo para que el mercado español se sitúe en la ‘Champions League’ de países para la multinacional y así atraer más inversiones para este mercado.
«Mi objetivo es poner a España en la misma senda, alcanzar los mismos crecimientos y dirección que otros países europeos como Italia, Grecia o Portugal, ya que vamos más lentos que el resto de Europa. Me gustaría que España llegue a la ‘Champions League’ de países del grupo, de lo que aún está lejos, para atraer un mayor número de inversiones y acelerar la transformación del sector a alternativas libres de humo», ha asegurado Cuevas en un encuentro con medios.
El directivo, que regresa al mercado español tras haber liderado en los últimos años el lanzamiento de Iqos en Italia y en Rumanía, ha recordado que Philip Morris ha incrementado la inversión en España de forma «muy significativa» para llevar a cabo está transformación.
«España necesita la ayuda de la sociedad y de las Administraciones para intentar acelerar la transformación del sector. Es una oportunidad increíble para España para mejorar la salud pública», ha reiterado, reclamando el mismo apoyo que se está dando a la transformación de otros sectores como el del automóvil y la energía.
De esta forma, el nuevo director general para España y Portugal ha recordado que en Italia, donde se lanzó Iqos un año antes que en el mercado español y que tiene 11 millones de fumadores frente a los 9 millones de España, Iqos cuenta con tres millones de usuarios, mientras que en España solo hay 300.000 usuarios.
«La diferencia es realmente grande», ha asegurado, señalando que su objetivo es aumentar la cuota en el mercado nacional.
Cuevas cree que el «mayor problema» que se encuentra la compañía en España es la «confusión». «No se entiende bien lo que estamos intentando hacer, por un lado, y por otro, la diferencia entre el cigarrillo convencional y el calentar tabaco. Hay algo que debemos hacer mejor seguro», ha subrayado.
BAJADA DE PRECIOS
Para acelerar la transformación del sector en el mercado nacional, Philip Morris ha decidido bajar el precio de sus dispositivos. «Es un hito único y que demuestra nuestra apuesta. Lo que queremos es acelerar la transición hacia este tipo de productos libres de humo. Todo lo que podamos poner de nuestra parte para crear esa aceleración lo estamos haciendo», ha asegurado, señalando que estas medidas conllevan un «esfuerzo».
Philip Morris ha destacado su apuesta firme por España, donde desde 2016 con el lanzamiento de Iqos ha incrementado sus inversiones, además de haber triplicado el número de trabajos en cuatro años, pasando de los 400 a 1.200 empleos para la transformación del sector
Además, la multinacional también ha apostado por la cadena de valor del tabaco, comprando 230 millones de euros en hoja de tabaco en los últimos 10 años, mientras que en la industria han invertido recientemente con su socio en Canarias 15 millones de euros para llevar allí una producción, que ha creado 120 empleos.
SEXTA BOUTIQUE DE IQOS EN ESPAÑA
El nuevo director general de Philip Morris para España y Portugal ha destacado la puesta en marcha de las ‘boutiques’ de Iqos para dar a conocer mejor y explicar el producto como forma de acercarse más a los consumidores.
De esta forma, ha avanzado la apertura este jueves de una nueva tienda en Valencia, la sexta a nivel nacional, que se unirá a las que la multinacional ya tiene en Madrid (con dos espacios físicos), Barcelona, Badajoz y Las Palmas.
«Hemos sido pioneros, pero es verdad que en el mercado español cada compañía va a una velocidad distinta, pero tenemos la visión de que hay que ir hacia adelante. Veo que el sector cada vez tiene claro cuál es el camino a seguir», ha señalado sobre sus competidores.
Respecto al futuro regulatorio de los nuevos dispositivos, Cuevas se ha mostrado cauto, ya que aún está aterrizando en el mercado español, pero aboga porque tanto la fiscalidad como la regulación debería de hacerse en relación al nivel de riesgo de cada producto.
«Las formas más dañinas deben tener una fiscalidad mayor y ser más regulado, pero luego debería ser proporcional a su nivel de riesgo», ha indicado.