García Margallo insta a los grandes partidos a no competir para evitar lo que «ya ha ocurrido antes»
«No estamos sólo ante una financiación por parte de Venezuela sino también por parte de Rusia y hay rumores, aunque no confirmados, de que también por parte de Irán». La afirmación la realizaba esta misma mañana el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación José Manuel García Margallo, en referencia al avance de los movimientos populistas, en concreto al fenómeno Podemos. Con la templanza y contundencia que le caracteriza, durante un desayuno coloquio con periodistas celebrado en Casa de América, el titular de la cartera Exteriores, ha exigido al partido que lidera Pablo Iglesias una «mayor transparencia», especialmente cuando «hay presencia de algunos poderes externos que pueden condicionar la política nacional».
García Margallo ha especificado que las corrientes populistas «no son un fenómeno propio de España», sino que se está dando en toda Europa, poniendo especial énfasis al caso del Frente Nacional en Francia. Además, tirando de memoria histórica y remontándose un siglo atrás el Ministro ha explicado que esto «esto ya ha ocurrido antes, en el periodo que va entre 1914 y 1918». De hecho ha instado a la necesidad de una alianza entre los dos grandes partidos «la democracia liberal en cuanto se basa en la competición entre partidos es débil para oponerse a los totalitarismos de izquierdas desembocando en los totalitarismos de derechas». Una frase que ha pronunciado tras recordar las consecuencias políticas que la revolución bolchevique y de las sanciones «del 100 por cien del PIB» que se impusieron a Alemania tras la firma del Tratado de Versalles. Por otra parte, García Margallo ha alertado de los riesgos que suponen la falta de alternativas a las necesidades, principalmente económicas, de los jóvenes «ante las que tienden a radicalizarse en un sentido que puede acabar en la violencia». Sin embargo son «el edificio está a medio construir, pero eso no justifica tirar el edificio del todos. Ante problemas complejos ante los que no existen soluciones simples», ha concluido.