La selección de Portugal superó este lunes a Eslovenia en la tanda de penaltis (3-0, tras el empate sin goles al término de la prórroga) para citarse con Francia en los cuartos de final de esta Eurocopa 2024 de Alemania, tras un choque con superioridad lusa pero sin acierto, con un Jan Oblak salvando los muebles a los eslovenos hasta que, en la tanda fatídica, el héroe fue Diogo Costa con tres paradas salvadoras.
El Deutsche Bank Park de Fráncfort no vio goles en 120 minutos tras un aguerrido duelo entre Portugal y Eslovenia, pero los corazones se pusieron a mil revoluciones cuando, en esa salvadora tanda de penaltis para los lusos y fatídica para los eslovenos, explotó un Diogo Costa que ya apuntó a héroe al final de la prórroga, cuando sacó un pie salvador en un claro mano a mano ante Sesko.
En el duodécimo partido de récord de Cristiano Ronaldo en eliminatorias de Eurocopa, éste se quedó sin marcar en el tiempo de juego, fallando incluso un penalti en la prórroga. Pero tuvo agallas para lanzar el primer lanzamiento de la tanda, marcó y pidió perdón tras llorar previamente desconsoladamente. Pero logró desquitarse a tiempo para meter al equipo que capitanea en cuartos.
Y lo hacen los lusos a costa de una Eslovenia que sigue habiendo perdido únicamente dos de sus últimos 17 partidos oficiales, ya que se despiden de esta Euro 2024 sin perder. Y sin ganar. Se van con tres empates en la fase de grupos y este empate –derrota en penaltis– ante Portugal en octavos, en su mejor Eurocopa de todos modos.
Portugal salió a por todas, a morder, tanto de inicio como en el arranque de la segunda parte. Tuvo más ocasiones, más balón y más sensación de peligro, pero no tiene ni tendrá jamás a un Jan Oblak contra el que se estrellaron una y otra vez, salvo en la tanda final. El portero esloveno fue el eslabón insalvable para los lusos en todos los 90 minutos y en la prórroga, cuando las fuerzas se igualaron hasta llegar a los fatídicos, para los eslovenos, penaltis.
Sabía Eslovenia a qué debía jugar y lo hizo bastante bien, aunque el delantero esloveno del Leipzig Benjamin Sesko perdonó dos acciones clarísimas que hubieran cambiado el partido, evitando que éste llegara a los penaltis. Sobre todo, erró un mano a mano en el 115′ al rematar raso ante Diogo Costa, que la sacó con el pie izquierdo, a modo de portero de balonmano, para evitar el gol que habría llevado a Eslovenia a los cuartos en la prórroga. Perdió ese balón Pepe, agotado, pero Sesko le devolvió el regalo.
Dominaron los lusos, que no obstante no encontraron la magia de Bernardo Silva ni de Bruno Fernandes. Ni salió a jugar João Félix y el otro João, Cancelo, fue el mejor sobre el verde. Pero Portugal, o Roberto Martínez, se la jugó a lo de casi siempre; Cristiano Ronaldo arriba y, como refresco, un Diogo Jota que apenas tocó balón. Poco cambió desde la banda el técnico español y, cuando Cristiano Ronaldo vio a Oblak detenerle un penalti en la prórroga, éste se apagó.
Pero antes de los lanzamientos de penalti, con la afición portuguesa de fondo, Ronaldo se reconectó. Como lo hicieron el resto de jugadores de Portugal y, sobre todo, el heroico Diogo Costa, guardameta del FC Porto que llevó a su país a cuartos pese a que, en los 120 minutos previos, quien destacó bajo palos fue su colega y rival Jan Oblak.
Él, el meta rojiblanco, fue quien evitó en parte que Eslovenia cayera antes. Pero el plan de Matjaz Kek falló porque, arriba, ni Sesko ni Sporar ni Celar (que entró por el penúltimo) supieron meter el balón en la red lusa en ninguna de las escasas, pero algunas más claras que el agua del Mediterráneo o del Caribe, ocasiones que tuvieron en sus botas. Y lo pagaron con la eliminación.
Y eso que Portugal tampoco supo cerrar el duelo antes. Bruno Fernandes y Cristiano Ronaldo no llegaron a un centro de Bernardo Silva en el 13′, Ronaldo falló de cabeza ante Oblak en el 31′, Palhinha lamió el palo del meta esloveno justo antes del descanso de tiro lejano… Y un sinfín de paradas de Oblak ante Ronaldo. Nada. Portugal necesitó de la muerte súbita para pasar.
OBLAK, UN MURO PARA RONALDO Y COMPAÑÍA
El guardameta del Atlético de Madrid Jan Oblak y Cristiano Ronaldo rememoraron viejos duelos del pasado, cuando el delantero portugués jugaba en el Real Madrid y se batieron en derbis madrileños. Esta vez, cada uno defendiendo a su país, volvieron a demostrar que los años pasan pero la calidad sigue, sobre todo para un Cristiano que lo probó de todas las maneras pero que se fue de Fráncfort sin poder superar al portero esloveno.
Con varias faltas directas, una de ellas lamiendo el larguero aunque en un tiro bien protegido por un bien situado Oblak, y sobre todo un mano a mano en el 89′ que el meta salvó entre sus piernas y cuerpo, con todo a favor para que Ronaldo evitara la prórroga, el luso lo intentó todo pero se desesperó ante el ‘muro’ Oblak, que se puso a Eslovenia a sus espaldas para forzar la prórroga y, en ella, le detuvo hasta un penalti al borde del descanso. Oblak desesperó a ‘CR7’, que no pudo evitar llorar tras ese fallo clave.