El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, ha afirmado que las señales que envía la economía no sugieren la necesidad de recortar de manera urgente los tipos de interés, después de que el banco central estadounidense haya rebajado el precio del dinero en 75 puntos básicos en sus dos últimas reuniones, celebradas en septiembre y noviembre, a falta de otra en diciembre antes de acabar 2024.
De este modo, en un acto celebrado ayer, ha subrayado que, si bien la entidad está moviendo su política monetaria hacia un escenario más neutral, «el camino para llegar allí no está predeterminado», por lo que al tomar en consideración ajustes adicionales en los tipos de interés se evaluarán los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el balance de riesgos.
«La economía no está enviando ninguna señal de que debamos apresurarnos a bajar las tasas», ha asegurado, reiterando que la fortaleza que están demostrando la actividad y el mercado laboral ofrece al banco central la capacidad de abordar sus decisiones con cuidado.
En este sentido, ha recordado que el desempeño reciente de la economía de EE.UU. «ha sido notablemente bueno», superando a las demás grandes economías mundiales, mientras que la fuerza laboral se ha expandido rápidamente y la productividad ha crecido más rápido en los últimos cinco años que en las dos décadas anteriores a la pandemia, permitiendo una rápida expansión económica sin sobrecalentamiento.
Asimismo, Powell considera que el mercado laboral sigue en condiciones sólidas, después de haberse enfriado de unas condiciones significativamente sobrecalentadas en los últimos años, volviendo a niveles más normales y consistentes con el mandato de empleo d ela Fed.
De este modo, mientras que la tasa de desempleo, que se sitúa en el 4,1%, es notablemente superior a la de hace un año, se ha estabilizado en los últimos meses y sigue siendo históricamente baja.
Como consecuencia de este enfriamiento, el mercado laboral ha dejado de ser una fuente de presiones inflacionarias significativas y, junto a la mejora sustancial de las condiciones de oferta, han reducido significativamente la inflación en los últimos dos años con un progreso generalizado.
«La inflación se está acercando mucho más a nuestro objetivo de largo plazo del 2%, pero aún no lo hemos logrado», ha concluido Powell, subrayando el compromiso de la Fed de «terminar el trabajo» y advirtiendo de que la senda hacia el objetivo del 2% transcurrirá por «un camino a veces accidentado».