El Banco Santander empezó a cambiar sus políticas fundamentales en los últimos años y ya la mayor parte de los productos y servicios que ofrece a sus clientes en todo el mundo responden a una regla de oro: deben ser realmente sostenibles, deben contribuir al progreso de los clientes y la comunidad, y han de reflejar el compromiso global adquirido por Santander para ser un banco responsable. Ser auténticos y que se note. La sostenibilidad de todo lo que se ofrece a los clientes hoy se puede observar en toda la gama de oferta del banco, aplicada en cada uno de los sitios web comerciales de cada mercados geográfico donde opera.
Esta estricta gobernanza interna para ser un banco responsable ha sido clave para la reciente elección del Santander como el más sostenible del mundo, de acuerdo con el Indice Dow Jones de Sostenibilidad. Dicha gobernanza -que en el mundo corporativo se conoce más por su denominación en inglés, «corporate governance»- está compuesta por distintas políticas generales que afectan a todos los aspectos de la gestión empresarial que obligan a todos sus empleados, de cualquier nivel (200.000 en todo el mundo). Políticas generales que no admiten medias tintas: han de ser seguidas minuciosamente para que puedan impactar de verdad en las comunidades. Como dice la Política General de Sostenibilidad, el Banco Santander actúa siguiendo especialmente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, el Acuerdo de París y los Principios mediomabientales de Banca Responsable UNEP FI, gracias a los cuales el banco español ha implantado internamente mecanismos para que cada producto para clientes, cada servicio financiero, cada autorización de financiación, cada norma para empleados, cada decisión sobre accionistas, cada acuerdo con proveedores, cada proyecto, cada iniciativa social, cada política de recursos humanos, garanticen el respeto a los derechos humanos, la protección del medio ambiente y el estricto cumplimiento de las exigencias fiscales que más favorezcan al progreso de la sociedad.
Estos días se está celebrando la XIII Conferencia Internacional de Banca del Banco Santander. En esta ocasión, el banco ha propuesto a los cerca de 3.000 participantes (los debates se celebran por multistreaming) reflexionar sobre el impacto de la pandemia sanitaria, el futuro inmediato que nos espera y, sobre todo, sobre cómo conseguir una economía y un progreso más sostenible y justo en la era post-covid19. Los responsables políticos, las empresas y los gobiernos se enfrentan a retos como proponer soluciones a las urgentes necesidades sociales y económicas, pero sin perder de vista el cambio climático y tendencias consolidadas como la igualdad de género y la inclusión financiera de centenares de millones de personas. De hecho, hoy, jueves, los ponentes son Peter Bakker, presidente y CEO Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD); José M. Linares, vicepresidente ejecutivo senior y director global SCIB Banco Santander; y Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico Gobierno de España.
Como decíamos, Santander ya ha tomado la delantera dentro del sector financiero y dispone de una amplia gama de productos verdes, centrados en respetar estos criterios de sostenibilidad. Por ejemplo: en el terreno hipotecario, Santander ha estrenado un nuevo módulo de bonificación flexible que beneficia especialmente a las viviendas hipotecadas que tengan calificación energética A ó A+, es decir: a las viviendas sostenibles. En concreto, tienen una bonificación de 10 puntos básicos sobre el tipo base de la hipoteca.
Financiar de modo ventajoso los vehículos eléctricos es otra prioridad para la entidad presidida por Ana Botín. Santander está apostando por la evolución del sector automovilístico hacia una economía con bajas emisiones de CO2 dando prioridad a la financiación de vehículos híbridos y eléctricos. España y Alemania son un especial foco de actuación. En España, el Préstamo Coche Ecológico (que forma parte del programa Santander One) está destinado a la adquisición de vehículos nuevos o seminuevos híbridos o eléctricos con una antigüedad de hasta 36 meses, con la comodidad de elegir la cuota mensual que hay que pagar y la flexibilidad de poder devolverlo hasta en 6 años. El importe máximo es de 80.000 euros. El cliente, además, puede protegerse de la exposición a riesgos o dificultades en el día a día porque se puede tener asegurado el pago de las cuotas en caso de fallecimiento, invalidez permanente absoluta, incapacidad temporal o desempleo. En Brasil, Santander ofrece a todos los clientes que contratan un préstamo para la compra de un coche una herramienta para compensar las emisiones de los vehículos financiados, así como de sus actividades personales por medio de la adquisición de créditos de carbono, a través del programa Reduza e Compense. También en España, Alemania y el Reino Unido, Santander es patrocinador oficial de las bicicletas eléctricas alquilables en muchas ciudades.
Otro ejemplo: en fondos de inversión, Santander lidera en España la inversión sostenible. Gestiona el 60% del volumen de toda la industria de fondos que se ajusta a estos criterios, según los datos de Inverco de finales de junio. Incluyendo los planes de pensiones y carteras, la cifra asciende ya a 5.400 millones de euros. Además, Santander Asset Management (SAM), la gestora del Santander -integrada en la división Wealth Management & Insurance-, constituyó el pasado mes de julio el mayor fondo de inversión sostenible del mercado español: Santander Sostenible Renta Fija 1-3, con un patrimonio inicial de más de 1.350 millones. También cuenta con un equipo de expertos en ISR (inversiones socialmente responsables) que se encarga de desarrollar, e implementar la metodología de análisis ASG (criterios ambientales, sociales y de buen gobierno, ESG en sus siglas en inglés). Esta metodología permite a SAM obtener una puntuación ASG para tener una mejor visión de los activos mediante la incorporación de criterios extrafinancieros.
El compromiso por la inversión sostenible se extiende a todos los negocios del grupo. Recientemente, Santander Corporate & Investment Banking (Santander CIB) anunció la creación de un equipo específico dedicado a mejorar su oferta en el área de soluciones de sostenibilidad, gobernanza y medio ambiente. Este nuevo equipo global, que estará dirigido por Steffen Kram, colaborará con los equipos existentes de cobertura y producto para ayudar a los clientes en su transición hacia un modelo de negocio más sostenible, ofreciéndoles tanto soluciones estratégicas como estructuras financieras y de producto, diseñadas específicamente para las diferentes geografías, industrias y segmentos del mercado. “La creación de este equipo refuerza aún más nuestra contribución a los compromisos de banca responsable del grupo, que buscan apoyar el crecimiento inclusivo y sostenible. Queremos ayudar a nuestros clientes en su proceso de transformación hacia objetivos ESG, ayudándoles a definir y conseguir sus metas de sostenibilidad a escala global”, ha señalado José M. Linares, director general y responsable global de Santander CIB.
El objetivo de Santander, declarado oficialmente en 2019, es construir ese modelo de banca responsable que permita el progreso de las personas y de las empresas, y para ello se ha fijado metas como facilitar más de 120.000 millones de euros en financiación verde hasta 2025 y llegar a los 220.000 millones de euros en 2030. Eso incluye financiación de proyectos, préstamos sindicados, préstamos verdes, financiación de circulante y exportaciones, asesoramiento… Hoy en día, en plena pandemia, Banco Santander sigue participando de forma activa en decenas de proyectos de energías renovables (plantas fotovoltaicas, parques eólicos, centrales termosolares y/o hidráulicas…). Estos proyectos se desarrollan no sólo en España, sino en Brasil, el Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica, Chile o Uruguay. Además, está posicionado como una de las entidades líderes en la financiación de proyectos de energías renovables a nivel internacional de acuerdo a las llamadas Dealogic League Tables, las más importantes del mundo.
Y en colaboración con entidades multilaterales como el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), ofrece a sus clientes líneas de financiación para proyectos de eficiencia energética y energías renovables en España, Brasil, Polonia y Perú.
La agricultura sostenible es otra de las prioridades. La entidad cántabra -la primera de España de largo en financiación del sector agroalimentario- apoya iniciativas agrícolas en muchas otras geografías que promueven la conservación de los recursos naturales medioambientales, especialmente en Brasil. En España, la App Agro ofrece a los agricultores noticias de última hora, relacionadas con subvenciones públicas, información sobre productos agrícolas y precios de los cultivos.