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Programa TEI es un programa de convivencia para la prevención de la violencia

De acuerdo a un estudio realizado sobre la convivencia escolar en centros de educación primaria, a cargo del grupo de investigación de la Universidad de Alcalá de Henares, Imeca, el 9,53 % de los estudiantes de este nivel afirman haberse sentido acosados. El acoso escolar es una forma de violencia que incide negativamente en las víctimas, por lo que cada vez es más necesario contar con programas para la prevención de la violencia.

El Programa TEI es un programa de convivencia para la prevención de la violencia y el acoso escolar que involucra a todas las etapas educativas, desde la educación infantil hasta la secundaria y los ciclos formativos, siendo el programa de convivencia más implementado en los centros educativos en España y uno de los primeros a nivel mundial.

Implicaciones de la violencia escolar

De acuerdo a la UNICEF, el acoso puede ser definido como una forma de violencia escolar, enfocado en una o más víctimas, que puede verse representada en formas de agresión verbal, física o psicológica. Por su parte, a manera general, la violencia escolar puede ser física, verbal, psicológica, sexual, racial, de género o por exclusión.

La violencia escolar tiene un gran impacto en la vida de la víctima. En casi todos los casos, las víctimas pueden experimentar sentimientos de angustia emocional, ansiedad, baja autoestima, depresión y dificultades para concentrarse en sus estudios. De igual forma, puede interferir en su proceso de aprendizaje, influyendo así en su rendimiento académico.

Asimismo, pasar por este tipo de experiencias puede hacer que los estudiantes opten por abandonar la escuela para evitar vivir situaciones dañinas o estresantes. En otros casos, la víctima puede llegar a imitar los comportamientos agresivos hacia otros, perpetuando el ciclo de violencia. Por otra parte, la presencia de violencia en los centros educativos puede crear un ambiente hostil y de miedo, afectando de forma negativa la experiencia educativa de los alumnos, llegando también a incidir en los docentes, padres y el resto de la comunidad educativa.

En la acción está la solución

La violencia y el acoso escolar pueden prevenirse desde los centros educativos. El método más efectivo es implementar programas de prevención de la violencia y el acoso, ya que estos ayudan a los estudiantes a desarrollar habilidades emocionales y sociales, así como a aprender a gestionar de manera pacífica los conflictos y entender su impacto en las víctimas.

Es importante insistir en fortalecer las relaciones interpersonales entre estudiantes, fomentando la amistad, el respeto y el sentido de comunidad en la escuela. También es fundamental que los alumnos tengan acceso a recursos de apoyo, como consejeros escolares o grupos de apoyo para quienes hayan sido víctimas de violencia escolar.

Por parte del docente, es de vital importancia supervisar y monitorear el comportamiento de los estudiantes, de manera que puedan tomarse medidas en caso de ser necesario y así prevenirlos. Igualmente, se deben establecer políticas y protocolos que especifiquen cómo lidiar con incidentes violentos y planes de emergencia, de manera que los centros sepan cómo responder ante este tipo de situaciones.

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