El hijo mayor del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol Ferrusola, ha abandonado la Audiencia Nacional sin que se le hayan impuesto medidas cautelares después de declarar durante más de cinco horas ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que le ha preguntado si cobró «comisiones ilegales» a cambio de su intermediación en la adjudicación de contratos públicos que habrían camuflado como supuestos trabajos de asesoría.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 ha monopolizado la mayor parte del interrogatorio, ya que ha dirigido sus preguntas durante cuatro de las cinco horas durante las que se ha prolongado, según explicaron fuentes jurídicas. Al término de la comparecencia, ni la Fiscalía Anticorrupción ni la Abogacía del Estado han solicitado la imposición de medidas cautelares, por lo que el imputado ha abandonado la sede judicial sin la necesidad de que se celebrara una vistilla.
Pujol Ferrusola, que vestía traje gris y llevaba gafas de sol, ha entrado en la Audiencia Nacional unos minutos antes de las nueve y media de la mañana después de bajarse de un taxi en el que viajaba con su abogado, Cristóbal Martell. Ante el juez instructor, ha rechazado utilizar un intérprete de catalán. Poco antes de las cuatro de la tarde ha salido por la puerta de la Audiencia Nacional y ha tomado otro taxi junto a su letrado.
En la declaración han estado presentes, además del juez Ruz, la teniente fiscal Anticorrupción, Belén Suárez; el abogado defensor, Cristóbal Martell; el letrado de la esposa de Pujol Ferrusola, Mercè Gironés, Alberto Carrillo; y un representante de la Abogacía del Estado. Gironés, vestida con un traje negro, llegó a la Audiencia Nacional pasadas las tres y media de la tarde.