El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha iniciado formalmente este martes el que es ya su quinto mandato, en el que ha prometido trabajar en aras de la «seguridad» y la «unidad» del país, satisfecho por la «fuerza colosal» que, según ha declarado, le ha concedido el apoyo mayoritario de los ciudadanos en unas elecciones cuestionadas sin embargo desde la órbita occidental.
Putin, de 71 años, se impuso en los comicios de mediados de marzo, en un escenario marcado por la ausencia de rivales opositores reseñables. Gracias a la última reforma constitucional, podrá seguir gobernando hasta el año 2036: otros dos mandatos de seis años cada uno que acaban de arrancar.
Una solemne ceremonia en el Kremlin ha marcado el inicio de esta nueva etapa y Putin ha aprovechado para repetir algunas de sus grandes líneas discursivas, sin entrar en esta ocasión en asuntos concretos como pueda ser la ofensiva militar iniciada sobre Ucrania hace ya más de dos años.
El mandatario ha advertido de que el mundo atraviesa «serios desafíos», pero ha incidido en que Moscú seguirá anteponiendo los «intereses nacionales» en aras de defender «objetivos históricos». «Estoy seguro de que atravesaremos con dignidad este difícil periodo histórico», ha enfatizado.
«Haré todo lo necesario para justificar la confianza», ha añadido Putin, que se ha mostrado dispuesto a utilizar «todos los poderes» a su disposición en calidad de jefe de Estado. En este sentido, ha llamado a encarar el futuro «con confianza».
MENSAJE A OCCIDENTE
Putin ha aprovechado su discurso para mostrarse «abierto» a mantener «buenas relaciones» con otros países, siempre y cuando se trate de gobiernos que vean a Rusia «como un socio fiable y honesto». Considera que hay una «mayoría» de países dentro de este grupo.
«No rechazamos el diálogo con los Estados occidentales», ha agregado Putin, al plantear unas relaciones internacionales «sin arrogancia» y en «igualdad de condiciones». A su juicio, depende de estos países elegir entre «frenar el desarrollo de Rusia, continuar con su política de agresión y de presión» o, en cambio, «buscar un camino hacia la cooperación y la paz».
DIMISIÓN DEL GOBIERNO
Instantes después de la ceremonia, el primer ministro, Mijail Mishushtin, ha firmado el decreto por el que dimite todo el Gobierno, lo que abre la puerta a una posible renovación del gabinete que, en cualquier caso, depende enteramente de Putin.
El actual Gobierno lleva funcionando desde hace más de cuatro años y el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha reconocido en declaraciones a los medios que es posible que Putin revele el nombre del primer ministro este mismo martes. La Duma tiene ya previsto aprobar el nombramiento el viernes, según la agencia de noticias Interfax.