Se acerca la gran final de la Champions League. Dos equipos madrileños se enfrentan en Lisboa para conseguir el codiciado trofeo y por eso, sabiendo que el fútbol levanta pasiones y a veces crea situaciones tensas, hemos querido recoger un listado de 9 consejos básicos para que el próximo domingo afrontes la cita deportiva sin nervios. Unos consejos que te recomienda HTC.
1. La vuelta al trabajo el lunes después de que tu equipo haya perdido, es una las cosas más duras para un aficionado al fútbol. Más que nada porque los simpatizantes del equipo rival se encargan de que no olvides ni por un segundo la derrota e intentan hacerte sentir lo peor posible. Esto es así, es una regla futbolística mundial, que nos afecta a todos, tanto cuando perdemos, como cuando ganamos, y forma también parte de la diversión del juego. Pero siempre está el típico “repelente” que acaba sacándote de tus casillas. Aquí la cuestión es ¿cómo no entrar al trapo?
Lo que el psicólogo recomienda: Centrarnos en pensar “vale, no voy a saltar” no suele dar resultado. Los psicólogos saben que la mejor manera de hacer frente a este tipo de situaciones es llevar ya elaborado un plan de lo que deberías hacer en una situación delicada.
Si notas que te estás irritando, respira hondo antes de decir nada. Esos segundos te darán algo de tiempo para tranquilizarte, y será menos probable que parezca que estás afectado o que digas algo inapropiado.
Siempre viene bien tener preparado el terreno: algunas respuestas útiles para no ponerte de los nervios y seguir la broma amistosamente. Por ejemplo si el equipo es joven, entonces di que no tiene cultura o historia o que solo se guía por el dinero. La cuestión es salir del paso sin mostrarse muy molesto.
2. Ahora miremos la otra cara de la moneda ¿Cómo puedes aprovechar al máximo esa buena sensación que da cuando gana tu equipo?
Lo que el psicólogo dice: Nos gusta el fútbol porque nos hace sentir bien. Esto es debido a nuestro deseo de pertenecer a un grupo y sentir que tenemos una identidad social.
Por lo tanto, una buena opción es sacar el máximo partido al hecho de que el fútbol te ayude a conectar con otras personas. Alarga el día del partido reuniéndote con amigos en un bar, antes y después del encuentro, o aumentando tus contactos en las redes sociales.
3. Tu equipo ha perdido en semifinales y estás destrozado. Puede que nunca te recuperes, ya que no estabas psicológicamente preparado para esta debacle. El mundo se tambalea bajo tus pies.
Lo que el psicólogo aconseja: Hay estudios que demuestran que escribir sobre algo angustioso, nos ayuda a sentirnos mejor. Según dicen, así memorizamos lo que ha sucedido de una forma organizada e impasible.
Siguiendo este consejo, aprovecha y desahógate, da rienda suelta a tus sentimientos escribiendo en las redes sociales, y es posible que obtengas un comentario de apoyo de otro aficionado que se siente igual que tú.
4. Tu equipo acaba de marcar y quieres gritar a los cuatro vientos que estás inmensamente feliz. ¡Y no es para menos!
Lo que el psicólogo dice: Somos criaturas sociales y nos encanta compartir los buenos momentos con otras personas. Pensar en algo positivo o tomar una foto es mucho más efectivo para que te sientas incluso mejor. Además puedes utilizar esa imagen para hacer correr la voz y de nuevo, compartirlo con otros aficionados.
Así que anímate, haz una foto o vídeo del gol y compártelo. Cuando vuelvas a la oficina, puedes retomar la imagen o el vídeo y recordar la gran sensación que produce recibir un impulso por más tiempo, ¡la mejor cura para arrancar un lunes!
5. El día en cuestión del partido, muchos aficionados tienen ya establecida su rutina: un ritual plagado de hábitos y supersticiones. Tienes que llevar los mismos calcetines que vestías aquél año que ganasteis la final. Tienes que sentarte en el mismo cojín del sofá, o tienes que ir al mismo bar.
Lo que el psicólogo dice: El mundo del fútbol es impredecible, pero nos gusta usar la rutina para tener sensación de control. Los jugadores también aplican la rutina para adquirir el estado de ánimo adecuado para el partido, o para relajarse, y a los aficionados nos pasa igual.
Teniendo esto en cuenta, puedes continuar con tus costumbres, pero mira a ver si puedes añadir un poco de ejercicio a tu rutina matutina como dar unos cuantos toques al balón sin que este toque el suelo. ¿Por qué? Porque es una manera sencilla de mantener la calma y de hacerte sentir todavía más integrado en el juego.
6. Aunque el fútbol ha demostrado sus beneficios en cuanto a establecer relaciones sociales, tiene una pega: no hay nada más irritante que estar con un amigo que está muy contento porque su equipo ha ganado, cuando el tuyo ha perdido.
Lo que el psicólogo dice: Esto siempre va a ser una situación difícil pero intenta mirarlo desde una perspectiva diferente. Es interesante saber que somos más propensos a ser generosos y altruistas cuando nuestro equipo ha ganado. ¿Por qué no utilizar esto en nuestro favor?
Así que la respuesta está clara: tu amigo estará bastante espléndido. Aprovecha esa generosidad y que tu amigo pague la siguiente ronda en el bar.
7. La gran frustración: tu equipo podría haber jugado bien y el nuevo fichaje que nunca te gustó hace un buen partido… pero aun así pierden.
Lo que el psicólogo dice: Es difícil sentirse bien en el momento, pero te sentirás más positivo y entrarás en razón con el paso del tiempo. Pero como hacen los grandes entrenadores, es mejor no dejar que las emociones te desborden, y pensar con la cabeza y espíritu crítico.
Es decir, puedes vociferar y desahogarte. Pero también puedes intentar centrarte en lo que ha ido bien, así como en las cosas que fueron mal y pensar en una crítica constructiva.
8. Aunque nadie disfruta cuando su equipo está a punto de lanzar un penalti o un corner crucial, algunos aficionados se encuentran excepcionalmente mal y no pueden ni mirar al campo cuando se saca la falta.
Lo que el psicólogo dice: Los jugadores tienen mucho entrenamiento psicológico que les ayuda a rendir bajo la presión de una tanda de penaltis. Enfréntate a tu estrés de la misma manera. A los jugadores se les entrena para que haya mucho espacio en su cerebro para el pensamiento; si tú lo rellenas con algo positivo, habrá menos espacio para lo negativo.
¿Qué puedes hacer? Calma. Tú no puedes controlar hacia dónde irá la pelota, pero piensa constantemente en ello para rellenar tu cerebro con algo más, en lugar de pensamientos negativos que te estresan aún más.
9. Cuando vas a ver el partido al campo, la emoción del momento se convierte en una situación tan incómoda como inevitable: coincidir con los aficionados del equipo contrario en el transporte público, tanto para ir como para volver.
Lo que el psicólogo dice: Esto puede ser una situación muy estresante, especialmente si los aficionados no son muy agradables, por lo que es normal sentirse intimidado, sobre todo, si se está en inferioridad numérica. Pero hay que recordar que los jugadores se sienten igualmente intimidados por los equipos rivales, sobre todo, por sus aficiones cuando juegan fuera de casa, por tanto, ¿por qué no actuar del mismo modo que ellos?
Así que aprendiendo de ese ejemplo, en lugar de gastar el tiempo obsesionado con tus rivales, céntrate en tu equipo y en el juego. Habla con tus compañeros sobre cómo crees que el entrenador jugará. Además puedes imaginar que tu equipo juega bien y lo bien que se sentirá. Y si finalmente tu equipo pierde, es el momento de volver al consejo número 1.