¿Qué implicaría el NO?
Las bolsas celebrarían la noticia, pero no de una manera excesiva. En los dos últimos días el mercado ha ido descontando que Escocia finalmente no de independizará, tal como muestra el tipo de cambio de la libra. La moneda, después de sufrir la semana pasada tras conocerse una encuesta que daba como favorito al ‘sí’ ha ido recuperando terreno en las dos o tres últimas sesiones, evidenciando que el mercado está menos preocupado.
Dependería de la diferencia de votos entre ambas opciones. Un resultado a favor de la permanencia por un margen escaso, en el corto y medio plazo sería positivo para el mercado, pero seguirá generando dudas respecto al futuro. Tarde o temprano la región solicitaría realizar otra consulta. En caso de que Escocia permanezca, David Cameron ha anunciado que dará más autonomía a la región, pero no ha detallado en qué consistiría esa cesión de soberanía.
¿Que implicaría el SÍ?
En términos generales, bolsa británica prolongaría las caídas, así como las de empresas extranjeras con exposición a Escocia. Además, caerá aún más la libra esterlina y los precios de la renta fija gubernamental. Las previsiones de crecimiento de PIB se verían revisadas a la baja.
La independencia afectará a la inversión en Reino Unido, ya que pospondría los planes de muchas empresas a la espera de que se esclareciesen varios puntos que aún no tienen una respuesta confirmada:
– La divisa. Reino Unido ha mencionado que no estaría dispuesta a que Escocia mantuviese la libra
– La deuda británica que debería asumir Escocia
– Dudas sobre el sector energético: reparto del gas y petróleo del mar del Norte
Como efectos menos visibles a corto plazo, tendrá incidencia sobre otras variables:
– Posible retraso en el aumento de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra. A priori, El hecho de que no suban tipos de interés es positivo para la renta variable y negativo para la renta fija.
– En Reino Unido cada vez son más euroescépticos. Un sí en el referéndum de Escocia de podría adelantar a su vez otro referéndum a los ciudadanos británicos sobre su pertenencia en la Unión Europa, en ocasiones cuestionada.
Sería un factor negativo para España ya que serviría de ejemplo para convencer al gobierno y los catalanes sobre una posible secesión. Además, la previsible caída de la libra afectará negativamente al turismo procedente de Reino Unido. Las empresas españolas con exposición a Escocia también se verían afectadas.
Este mismo riesgo regulatorio se cierne sobre Repsol, pudiendo encarecerse los proyectos de parques eólicos marinos que tiene en el Mar del Norte.
Telefónica también tiene intereses en Reino Unido, con una cuota significativa de clientes en Escocia.
El sector bancario también sería uno de los afectados, ya que una fragmentación del mercado sería muy perjudicial. Santander sería uno de los implicados.
Iberdrola: incertidumbre regulatoria porque el nuevo gobierno podría cambiar el marco para la comercialización de la energía y podría haber cambios fiscales.
Fuente: Self Bank, análisis elaborado por Felipe López Gálvez