«No concibo una España sin Cataluña», ha comenzado Mariano Rajoy su turno en el debate sobre la competencia de la consulta soberanista de Cataluña.
Punto por punto el presidente del Gobierno ha ido respondiendo a la lluvia de preguntas que los nacionalistas le han formulado, con una sola respuesta: “la consulta soberanista no es Constitucional, por que rompería la unidad de España”.
Cierra por lo tanto de inicio el jefe del Ejecutivo la puerta al referéndum, “no se trata de flexibilidad, ni de voluntad política” – respondía Rajoy a representante de CiU, Jordi Turull – “se trata de que ni Artur Mas, si hubiera venido, ni yo, tenemos potestad para decidir por encima de la Constitución».
He incluso ha puesto de ejemplo el futuro referéndum escocés (algo muy demandado por los representantes nacionalistas) para criticar que “si Escocia tuviera la mitad de la mitad de competencias de Cataluña, no se tomarían tantas molestias”.
Un asunto – este último – que ha dado pie a una respuesta más airada por parte de Mariano Rajoy a la crítica nacionalista, que ha acusado al Estado central de maltratar al pueblo Catalán. “¡Eso es mentira!” – ha sentenciado Rajoy – “es mentira que estén oprimidos, es mentira que les neguemos el idioma, es mentira – repetía una vez más – que nadie vaya en contra de su cultura”, respondía el presidente a la diputada autonómica de ERC, Marta Rovira, que ha denunciado – en su intervención – que los catalanes “no les gustamos”.
