El principal encargado de la acusación contra Donald Trump en el Senado de Estados Unidos, Jamie Raskin, ha cuestionado este domingo la actitud mostrada por algunos republicanos durante el ‘impeachment’, quienes pese a considerar al expresidente «moralmente responsable de provocar» los disturbios en el Capitolio, optaron por apoyar su absolución.
Es el caso del líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, quien pese a defender que los asaltantes «habían sido alimentados con falsedades por el hombre más poderoso de la Tierra», fue uno de los 43 republicanos que prefirieron no condenar a Donald Trump este fin de semana.
Raskin ha criticado que McConnell, bajo el «argumento completamente falso de que el Senado no podía llevar a cabo el juicio», haya «intentado tener las dos cosas», lograr una buena imagen de cara a la opinión pública y «atender a Trump y a las fuerzas que todavía le son leales de manera sectaria y peligrosa».
Pese al resultado, los demócratas se quedaron a diez republicanos de lograr esos dos tercios del Senado necesarios para condenar a Trump y dar por cerrada la posibilidad de que se presente a las presidenciales de 2024, Raskin ha celebrado el «éxito en términos históricos» logrado.
«Lo procesamos con éxito y lo condenamos en el tribunal de la opinión pública y el tribunal de historia», ha recalcado Raskin durante una entrevista para la NBC, en donde también ha salido al paso de las críticas que recibió la estrategia de la acusación demócrata.
Raskin ha asegurado no arrepentirse de no haber hecho declarar a más testigos, como se le animó desde algunos sectores del Partido Demócrata, pues los republicanos, pese a la «montaña de pruebas», prefirieron «no hacer frente honestamente a la realidad de lo que sucedió en Estados Unidos».
«No nos arrepentimos en absoluto. Lo dimos todo en el Senado de Estados Unidos, y cada senador sabía exactamente lo que sucedió», ha enfatizado.
Trump logró este sábado salir absuelto del delito de incitación a la insurrección por el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, después de que solo siete republicanos se unieran a los demócratas en la acusación.
Este resultado, evidencia, según valoró el domingo del senador republicano Lindsey Graham, que Trump sigue siendo la «fuerza más potente» del partido, una situación es para Raskin, es «obviamente un problema político importante».
«Obviamente es un problema político importante para el Partido Republicano, y mientras esté tratando de hacer la guerra a la democracia constitucional estadounidense, es un problema para todos nosotros», ha advertido Raskin.