Ryanair ha criticado este miércoles el impuesto ambiental impulsado por la Generalitat que grava la aviación comercial y que puede suponer la pérdida de 71 millones de euros en concepto de ingresos turísticos.
El director comercial de Ryanair, David O’Brien, ha cifrado en medio millón de euros al año el impacto de esta tasa en los costes de la aerolínea de bajo coste irlandesa, y ha asegurado que su aplicación podría provocar que Ryanair redujera 20 frecuencias semanales de rutas que enlazan con Barcelona, «lo que haría perder a la ciudad 80.000 turistas cada semana», ha señalado.
O’Brien ha calificado este impuesto de «estúpido, discriminatorio e ilógico» porque no prima la reducción de emisiones, sino que ofrece incentivos a aerolíneas que operan largo radio y a las que aporten pasajeros de conexión y que, por tanto, realizan el doble de despegues y aterrizajes. «Penaliza el 100 % de los vuelos de Ryanair y sólo el 50 % de vuelos de otras compañías como Vueling o Iberia», ha denunciado.
El director comercial de Ryanair ha asegurado que la medida puede repercutir negativamente en decisiones futuras no sólo en El Prat, sino también en los aeropuertos de Reus y Girona.