Hoy conocíamos la impactante y conmovedora historia de José Salvador Alvarenga, un náufrago salvadoreño, que salió a pescar en la costa de Méjico en la Nochebuena de 2012, y ha sido rescatado en un atolón de las Islas Marshall, tras más de un año a la deriva en el océano Pacífico.

Su único compañero de infortunio, un joven que no alcanzaba la mayoría de edad, falleció a las pocas semanas, al parecer por no poder alimentarse de aves crudas.

Las autoridades de las remotas islas, a casi 9.000 kilómetros, estudian su travesía, que de ser cierta se convertiría en una de las mayores odiseas de supervivencia en el mar.

Pero lo cierto es que hay quien sospecha de su historia, porque para haber estado tanto tiempo en el océano y sin agua dulce a mano, el estado físico de este pescador no es tan desaliñado como cabría esperar. Desde luego, su historia parece sacada de una película.

Y es que ya estamos muy acostumbrados a ver este tipo de aventuras en la ciencia ficción. En la retina de todos está el aclamado Náufrago, de Robert Zemeckis, interpretado por Tom Hanks o la apasionante historia de La vida de Pi, a las órdenes de Ang Lee. Y precisamente el próximo viernes 14 de febrero llega a los cines Cuando todo está perdido, donde Robert Redford da vida a un hombre que, tras sufrir un accidente con su velero, queda a la deriva en el océano Índico.

Desde aquí recomendamos ver todas ellas. Quién sabe si los ingeniosos inventos que se ven obligados a crear los protagonistas, no nos pueden servir de inspiración en algún momento crítico.