Según informa Renfe, este nuevo modelo tiene como objetivo la mejora y ampliación de servicios y el incremento de ingresos.

La nueva licitación es un modelo de concesión (frente al modelo tradicional de contratación de servicios anterior) más amplio y flexible, que incluye la restauración a bordo, atención al cliente y, como novedad, la venta de otros productos o servicios que pueda ofrecer la empresa concesionaria.

La licitación que la compañía publicará en los próximos días permite mayor flexibilidad en la operación al concesionario y la personalización de la prestación al viajero, abriendo los atributos de la prestación de restauración a otras clases.

La licitación se hará por procedimiento negociado, en un único lote, con una valoración económica del 60% y una valoración técnica del 40%. Dada la libertad que el contrato otorga al adjudicatario para generar ingresos por la venta de servicios y productos a bordo, Renfe ha estimado este gasto máximo en los cinco años de 122 millones de euros.

La principal novedad que incorporarán los servicios a bordo a partir del próximo año es un nuevo concepto de restauración a la plaza para las clases turista y turista+.

El nuevo contrato primará también la introducción de elementos con criterios de sostenibilidad, como reducción de plásticos y alimentación saludable, entre otros.

Asimismo, se introduce la gestión de otros elementos de venta (como las máquinas de vending), con la posibilidad de ampliarlo a otros productos, y se refuerza la necesidad de desarrollos digitales integrados con el Plan de Sistemas de Renfe Viajeros, con objeto de mejorar la comercialización de productos.

Finalmente, el nuevo contrato incorpora la elaboración de un cuadro de mando con indicadores de calidad para el seguimiento del servicio y fomentar la evolución del mismo.