Renfe registró en febrero una cifra de viajeros de casi 20 millones de personas, lo que supone una caída del 54% respecto al mismo mes del año pasado, como consecuencia de la aplicación de medidas de restricción a la movilidad para seguir frenando la expansión del virus entre la población.

Se trata de la mayor caída de viajeros desde la salida del confinamiento estricto que se aplicó entre marzo y junio del año pasado, a excepción de agosto, que suele ser un mes con menor actividad, e incluso por detrás del descenso del 53% registrado en enero.

En febrero del año pasado, cuando aún no había estallado la pandemia, el número de viajeros ascendía a más de 43 millones de viajeros. En diciembre, con motivo de las celebraciones navideñas y coincidiendo con una mayor libertad de movimiento, hubo más de 23 millones de viajeros, una de las cifras más altas en pandemia.

Según las estadísticas difundidas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, los servicios más afectados continúan siendo los del Alta Velocidad, que trasladaron en febrero a solo 212.000 personas, frente a los más de 1,7 millones de viajeros que movieron en el mismo mes del año pasado.

En este sentido, el año 2020 cerró con una caída de los viajeros del AVE del 66%, una cifra que se queda corta frente al 77% que cayó en febrero. La Media Distancia de Alta Velocidad también retrocedió un 72% el segundo mes del año y la Larga Distancia convencional otro 75%. La Media Distancia convencional cayó un 60%.

CERCANÍAS

Por su parte, los servicios menos afectados siguen siendo los Cercanías, ya que son los que trasladan a los trabajadores a sus puestos de trabajo en las grandes ciudades o grandes áreas metropolitanas.

De hecho, este tipo de trenes de corta distancia transportaron el 92% de todos los viajeros que tuvo Renfe en el segundo mes del año, es decir, a casi 18,3 millones de personas. El resto de servicios suma 1,6 millones. Aun así, el número de viajeros en Cercanías cayó un 52% en febrero, frente al 46% que lo hizo de media en 2020.

MERCANCÍAS

En cuanto a los servicios de Mercancías, aunque en España tienen muy poca penetración –solo el 4% de estas circula por las vías ferroviarias–, consiguieron limitar el efecto de la pandemia, tras caer solo un 4,7% respecto al mes de febrero de 2019. Incluso hubo algunas tipologías de transporte, como la intermodal, que consiguieron crecer.

En 2020, esta división de mercancías transportó 14,3 millones de toneladas, una actividad que supuso un ahorro de 291 millones de euros en costes externos, ya que el 78% de los tráficos se efectuaron con locomotoras eléctricas, con el 100% del consumo de energía procedente de origen renovable.

Así, la circulación de estos trenes de mercancías evitó la circulación de 2,4 millones de camiones por carretera, una modalidad que contamina más que el tren, cuyas emisiones unitarias son 10 veces inferiores a la carretera. La emisión evitada asciende a 850.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), así como 425.000 toneladas equivalentes de petróleo.

Los datos de ahorros generados por Renfe Mercancías han contribuido de forma significativa a la reducción en 2020 de un 85,5% de la huella unitaria del grupo Renfe respecto a 1990, año en el que se firmó el protocolo de Kioto.