El representante de Comercio Exterior de EEUU, Michel Froman, insistió hoy en que el acuerdo de comercio e inversiones que negocia su país con la Unión Europea (UE), conocido como TTIP, no es un esfuerzo por «rebajar estándares» ni «aguar» normativas nacionales.
«Lo que no es el TTIP es un esfuerzo por rebajar estándares o debilitar regulaciones, ni pretende forzar la privatización de los servicios públicos, ni el servicio de aguas en Alemania ni el de salud pública en el Reino Unido», declaró Froman en un encuentro con la prensa en Bruselas, tras reunirse con miembros de la Comisión Europea (CE).
Froman dejó claro que, en su lugar, el TTIP «es un esfuerzo por ver cómo podemos eliminar estas barreras innecesarias entre nuestros mercados y aproximar más nuestros regímenes de regulación».
El representante de Comercio estadounidense afirmó que «llevamos negociando un par de años y hemos hecho buenos y continuados progresos en ese periodo».
«Pero estoy aquí esta semana para trabajar con mis colegas de la CE, para ver cómo podemos acelerar el trabajo con la meta de intentar concluir el acuerdo», indicó, en referencia al objetivo que se han marcado las partes de intentar cerrar la negociación en 2016.
Froman se reunió hoy con el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y con el comisario europeo de Servicios Financieros, Jonathan Hill, mientras que mañana espera entrevistarse con la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.
«Ya tenemos una relación de comercio e inversiones muy profunda y amplia. Aún así creemos que lo podemos hacer mejor, en lo que se refiere a las pymes, que están en el corazón de nuestras dos economías», aseveró.
Según dijo, «ciertamente las tarifas (arancelarias) ahí juegan un papel», al igual que los procedimientos de aduanas y fronteras y los diferentes estándares reguladores, agregó.
Froman aseguró que la meta de esta negociación es «lograr un acuerdo global y ambicioso».
Recordó que tanto la UE como EEUU «somos áreas muy industrializadas, reguladas, y estamos tratando de acercar nuestros estándares sin rebajar el nivel de protección».
«Antes del TTIP, los reguladores aéreos ya lo consiguieron», puso de ejemplo, en cuanto a que acordaron ciertos mecanismos y protocolos en ese sector, y señaló que «ése es el trabajo que queremos hacer en otras áreas también», como en el sector farmacéutico, apuntó.
También se refirió a la posibilidad de «compartir información», lo que en su opinión puede favorecer al consumidor.
Froman afirmó que, en un mundo tan competitivo, este acuerdo permitiría «definir estándares y normas» que se tendrían en cuenta a nivel global.
La negociación del TTIP está siendo muy contestada por una parte de la sociedad civil, que cree que este tratado puede reducir los estándares laborales y ambientales de la UE, así como aumentar el desempleo.
La negociación del TTIP comenzó en julio de 2013 y aspira a la creación de la mayor zona de libre comercio del mundo y sentar un referente mundial con la armonización de la regulación europea y la estadounidense.
La undécima ronda de negociaciones se cerró en octubre en Miami (EEUU) con «progresos sustanciales» y la siguiente se espera que tenga lugar a primeros de febrero.
EFECOM