Repsol registró un beneficio neto de 1.646 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 28% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior gracias a la buena marcha de los negocios de la compañía y la fortaleza financiera de la petrolera.
El resultado neto, calculado en base a la valoración de los inventarios a coste de reposición (CCS) y una vez eliminados los resultados no recurrentes, ascendió a 1.337 millones de euros, un 9,6% más, según informó este jueves la compañía en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía destacó que estos resultados son especialmente significativos porque se han producido en un entorno de caída de precios del crudo en el último trimestre, ralentización de la demanda mundial y menor producción en Libia.
Además, destacó que su deuda ha descendido a niveles históricos hasta los 1.998 millones de euros, lo que supone una disminución del 72%.
En el área de refino, el último trimestre se caracterizó por «cierta recuperación» de los márgenes internacionales, que ha sido «más significativa» en el caso de Repsol por la modernización abordada en sus instalaciones durante los últimos años.