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Resolviendo la crisis climática. Sostenibilidad, economía circular y deforestación

El movimiento Fridays for Future y la aparición en escena de personalidades como Greta Thunberg, Vanessa Nakate o Dominika Lasota han puesto de relieve la necesidad de cambios estructurales en el sistema productivo a nivel internacional, así como la importancia de apostar por liderazgos jóvenes y femeninos.

La ONU, a través del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), ha explicado que los próximos 10 años serán críticos para detener el avance del cambio climático en el mundo y que los países deberán afrontar este reto de forma inmediata y contundente.

El aumento de las temperaturas asciende ya a 1,1 °C, lo que se acerca peligrosamente al límite de 1,5 °C marcado por los expertos, a partir del cual no habrá vuelta atrás.

A este respecto, la gallega Greenvase ha querido señalar su compromiso con la ONU y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para evitar una catástrofe climática mundial.

La ciencia ambiental ha puesto de relieve, en los últimos años, la necesidad de dar un giro de 180 grados en la forma de la sociedad de afrontar la situación climática. La deforestación de la Amazonia y de las principales regiones que hacen de “pulmón” del planeta, la economía lineal, la dependencia del petróleo y de los productos plásticos, entre otras razones, han convertido al cambio climático en una amenaza grave a corto plazo, según ha indicado el IPCC en reiteradas ocasiones.

Sin embargo, no todo está perdido. La penetración en todos los sectores de nuevas tecnologías menos contaminantes y el compromiso de cada vez más empresas por reducir a 0 sus emisiones netas a corto plazo, supone una colaboración público-privada sin precedentes que podría salvar el mundo de severas consecuencias en un futuro no tan lejano.

A pesar de esto, según han advertido los expertos, estos esfuerzos aún no son suficientes para paliar los graves efectos de la intensa actividad industrial de los últimos 100 años, donde la industria papelera tiene parte de responsabilidad.

En Galicia, Damián Palou, responsable de Greenvase, ha señalado que “las empresas deben arrimar el hombro en las cuestiones ambientales, porque nos afectan a todos por igual” y añadía “es fundamental cuando vivimos en un mundo global e interconectado, con problemas y amenazas que afectarán a la calidad de nuestras vidas y las de nuestros hijos, en un futuro más próximo de lo que nos han hecho creer”.

A este respecto, la gallega Greenvase asciende a liderar un cambio en el modelo productivo en Galicia y España, apostando por la incorporación de envases de materiales sostenibles, compostables y biodegradables.

“Debemos ser contundentes a la hora de responder a la emergencia climática y, para ello, necesitamos poner en valor la voz de todos los jóvenes que han puesto su cuerpo en las calles pidiendo justicia para el planeta”, decía Damián Palou en referencia al movimiento estudiantil Fridays for Future.

La apuesta de Greenvase por la economía circular y la reducción de la deforestación es “absoluta y vital”, según aseguraba su responsable, depositando todos sus esfuerzos en que este compromiso no suponga un aumento disparatado de los precios de sus productos o un retraso en los envíos, realizados en cuestión de 48 horas.

En esta línea, han apostado por un modelo productivo basado en materiales sostenibles que minimicen el impacto sobre el medioambiente, y lo han hecho mediante la fabricación de packaging reciclado y reciclable, con envíos a nivel nacional, reduciendo todavía más el impacto de su actividad.

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