Esta tarde, Angela Merkel ha recibido en Berlin a Alexis Tsipras en la primera visita oficial al país germano. La canciller alemana ha rebajado la tensión y ha añadido que «cada país de la Unión es importante» intentando dar por zanjada la posibilidad de un ‘Grexit’.
«Aunque hay 80 millones de personas viviendo en Alemania y somos la mayor economía de la Unión Europea, esta Europa está construida sobre el principio de que cada país es igual de importante, no importa cuántos habitantes tenga», ha dicho Merkel tras su reunión con Tsipras.
La reunión ha llegado en una semana clave para Grecia en la que comienzan a acercarse vencimientos de pago y en la que la liquidez helena empieza a flaquear. El primer ministro griego envió una misiva a la canciller alemana advirtiendo que con las actuales limitaciones impuestas por el BCE entraría en suspensión de pagos, según ha publicado Financial Times que ha tenido acceso al contenido del texto.
«Dado que Grecia no cuenta con acceso a los mercados monetarios y en vista de los picos en el repago de nuestra deuda durante la primavera y el verano hay que ser claros y señalar que la combinación de las especiales restricciones del BCE y los retrasos en los desembolsos imposibilitarían a cualquier Gobierno hacer frente al servicio de su deuda», ha señalado Tsipras.
Críticas del BCE
Mario Draghi, presidente del BCE, ha respondido esta tarde al ejecutivo de Tsipras y les ha criticado por hablar de “quiebra” e “insolvencia”. La máxima autoridad de la banca europea ha apostillado que las palabras de Tsipras y de su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, perjudican la economía helena y ponen trabas a la labor del BCE.
Durante una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, Draghi ha negado que esté chantajeando a Atenas y ha resaltado que la exposición del BCE a Grecia se ha duplicado desde diciembre y alcanza ya 104.000 millones de euros, el 65% del PIB heleno. «Esto no muestra que el BCE esté chantajeando a Grecia o algo así», ha resaltado.
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