‘Rock in Rio Lisboa’ recupera su esplendor en su primer fin de semana tras la pandemia

‘Rock in Rio Lisboa’ ha vuelto con fuerza. El festival ha congregado a decenas de miles de personas en su primer fin de semana tras el parón de cuatro años por la pandemia, un regreso por todo lo alto coronado el sábado por el épico directo de Muse y, el domingo, por la música bailable de Black Eyed Peas e Ivete Sangalo.

El reencuentro del festival con el público ha tenido lugar este 18 y 19 de junio en el Parque de Bela Vista, convertido en todo un parque de atracciones con diversos espacios de entretenimiento, pero una atracción estrella, el imponente Escenario Mundo, que ha acogido en cada jornada cerca de ocho horas de música de los artistas del cartel principal.

El domingo, jornada en la que unas 63.000 personas pasaron por la Ciudad del Rock, según la organización, culminó con los estadounidenses Black Eyed Peas, que ofrecieron cerca de 1 hora y 30 minutos de canciones antiguas y nuevas que casi todo el planeta ha bailado y coreado en fiestas.

Will.I.Am Apl.de.Ap y Taboo tomaron así el Escenario Mundo, acompañados de la cantante J. Rey Soul, que actúa junto al grupo desde 2018 en sustitución de Fergie, que dejó la formación en 2017. Con ‘Let’s get it started’ abrieron un concierto en el que tocaron grandes himnos como ‘Pump it’, pero en el que se echaron en falta otros tantos, así como un sonido más potente.

No obstante, el público, que se sabía casi todas las canciones, respondió, también a sus éxitos con menos recorrido y más cercanos al reggaeton y el EDM, como ‘Ritmo’ y ‘Mamacita’. Will.I.Am., que cantó en solitario temas como ‘Scream and shout’, se dedicó a retransmitir en directo por Instagram prácticamente todo el concierto desde el escenario.

Black Eyed Peas siguió su espectáculo con ‘Don’t stop the party’ y ‘The time’, que desató uno de los mayores momentos de euforia. Así, el grupo continuó con la emocionante ‘Where is the love?’, que Will. I.Am. introdujo recordando que en 2004 tocó en el festival compartiendo cartel con Britney Spears. Aprovechó para celebrar la «libertad» que vive ahora la artista.

Cuando ‘I gotta feeling’ comenzó a sonar, se anunció ya el final de un concierto que vivió con el inicio de esta canción su momento de mayor esplendor. «Cause I got a feelin’. That tonight’s gonna be a good night», coreó el público, si bien este fue perdiendo el entusiasmo al bajar el ritmo de la canción. Además, el grupo decidió tocar en medio de este tema su recién lanzada canción junto a Shakira y David Guetta, ‘Don’t you worry’.

Antes del cierre del primer fin de semana del festival con este concierto, por el escenario Mundo también pasó la artista británica Ellie Goulding. Con pop y en solitario, sin cuerpo de baile, animó a un público menor en número que el de los estadounidenses, con canciones como ‘Love me like you do’.

En la jornada del domingo la voz femenina que reinó fue la de la brasileña Ivete Sangalo, protagonista del Escenario Mundo al final de la tarde, justo antes de Goulding. Querida entre los portugueses, provocó un torbellino en el escenario, que recorrió de un lado a otro junto a su cuerpo de baile, mientras interpretaba canciones como ‘Sorte grande’ o ‘Festa’. A la brasileña le precedió el portugués David Carreira, que llevó también a las tablas canciones bailables.

MUSE, RITUAL BAJO LA LLUVIA

Asimismo, Rock in Rio ofreció a su público un sábado inigualable marcado por un apoteósico concierto de Muse. Cerca de 74.000 personas acudieron a la Ciudad del Rock, según la organización, en esa jornada.

Las gotas comenzaron a caer unos 20 minutos después del inicio de su actuación, la más esperada del día y, probablemente, del festival. El agua hizo que varios de los asistentes abandonaran la explanada frente a las tablas, pero fueron más los que aguantaron y vieron en la lluvia un plus al directo.

Matt Bellamy (cantante y guitarrista), Christopher Wolstenholme (bajista) y Dominic Howard (batería) asaltaron el escenario del Rock in Rio Lisboa, que han conquistado en cuatro ediciones, con su nueva canción ‘Will of the people’, que da nombre también a su noveno álbum de estudio, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo 26 de agosto. El primer momento de euforia generalizada entre el público llegó con ‘Hysteria’, a la que siguieron ‘Uprising’, ‘Time is running out’, ‘Plug in baby’ o ‘Starlight’, entre otras, todas ellas sonando con fuerza y acompañadas por los aplausos y coros del público.

Con una escenografía y espectáculo de luces a la altura del rock electrónico del trío británico, el concierto subió el nivel también gracias a la serpentina, el confeti o fuego que salía del escenario en momentos clave. Mientras, Bellamy recorrió las tablas de un lado al otro, enloqueciendo a los asistentes.

El show, medido al milímetro, llegó a su punto álgido cuando, tras retirarse del escenario, el trío volvió para otros dos temas, entre vítores del público. Junto a ellos apareció el icónico robot ‘Murph’, una figura gigante que representa al robot del videoclip de ‘The dark side’. Así, las canciones ‘Kill or be killed’ y ‘Knights of Cydonia’ retumbaron en la Ciudad del Rock, junto a un espectáculo de fuegos artificiales que marcó el fin de la noche.

Antes, había pisado el escenario Mundo The National, que actuó frente a un público muy numeroso e interpretó algunos de sus clásicos como ‘Mr. November’ o ‘Terrible love’, así como ‘Graceless’.

Otro clásico, Liam Gallagher, protagonizó también el sábado del festival. El cantante británico expuso ante el público varios de sus temas lanzados como solista, que fueron recibidos sin gran emoción, pues la gran parte de los asistentes esperaba los himnos de Oasis. Ya hacia el final de su actuación, sonó ‘Wonderwall’, coreada al máximo por las miles de almas que se postraron frente al escenario.

El mismo sábado, el Escenario Mundo fue inaugurado por el grupo de rock portugués Xutos & Pontapés, que tocó más de una decena de canciones, como ‘Fim de semana’ o ‘Homem do leme’.

IZAL Y MISS CAFFEINA, LA NOTA ESPAÑOLA

Por otro lado, las bandas españolas IZAL y Miss Caffeina reivindicaron el pop indie español con sus conciertos en el escenario Galp Music Valley, un espacio de música non-stop que también acogió una veintena de actuaciones y sesiones de DJ a lo largo del fin de semana.

Con un público muy modesto, Izal llevó el sábado a este espacio sus conocidas ‘Copacabana’, ‘La mujer de verde’ o ‘Mi pequeña gran revolución’, intercalando temas nuevos de su disco ‘Hogar’, que da título a la gira en la que se encuentran y que será la última, por el momento, pues la banda parará de forma indefinida al concluirla.

El turno de Miss Caffeina fue el domingo. La banda acompañó al público en la tarde a ritmo de canciones como la mítica ‘Mira como vuelo’

En el Galp Music Valley, también destacó la actuación el sábado del grupo The Black Mamba, que representó a Portugal en Eurovisión 2021, y el domingo de la cantante portuguesa Iza y su implacable cuerpo de baile.

PARQUE DE ATRACCIONES

Más allá de los conciertos en estos escenarios, el festival ofreció a los asistentes una experiencia propia de un parque de atracciones, incluida una noria tematizada y una tirolina que dejaba ver a los usuarios cruzando de un lado al otro de la explanada frente al escenario Mundo.

Con decenas de barras y puestos de comida, otros tantos escenarios acogieron espectáculos musicales, de baile, podcasts y hasta coreografías de Tik Tok, como ocurrió en el escenario Digital. Zonas de descanso y juegos, así como espacios de karaoke o maquillaje, completaron la experiencia Rock in Rio, que se puede repetir el próximo fin de semana, 25 y 26 de junio.

Duran Duran, A-ha, Anitta o Jason Derulo pasarán esos días por el escenario principal del festival, que se recupera así tras la pandemia.